De acuerdo con datos suministrados por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las aerolíneas, los operadores aeroportuarios, las empresas que operan en los aeropuertos (restaurantes, comercios, etc.), los fabricantes de aeronaves y proveedores de servicios de navegación aérea emplean a más de 80.000 personas en la Argentina.
Además, al comprar bienes y servicios de proveedores locales, el sector sustenta más de 85.000 puestos de trabajo y, adicionalmente, los sueldos que la industria paga a sus empleados se trasladan total o parcialmente al consumo de bienes y servicios, sosteniendo otros 50.000 empleos.
Se estima que los turistas que llegan a la Argentina por vía aérea y gastan su dinero en el país contribuyen a sustentar otros 130.000 puestos de trabajo.
El mercado de cabotaje local es liderado por Aerolíneas Argentinas con un 67%, seguida por Flybondi con 17% y JetSmart con 16%, de acuerdo con las estadísticas de noviembre elaboradas por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
En cuanto al movimiento de vuelos internacionales, ANAC sostiene que durante junio 2022 comenzaron a operar en el país las aerolíneas ITA Airways y Viva Colombia (Fast Colombia SAS), mientras que en octubre comenzó a operar Aero República y en noviembre volvió Emirates y se sumaron Latam Ecuador y Líneas Aéreas Costarricenses.
En paralelo, otras aerolíneas internacionales que ya se encontraban operando desde la reanudación de los vuelos tras la pandemia, como Air France, KLM, British Airways; American Airlines, Delta, United, Aeroméxico, Copa Airlines, Avianca, Latam Chile, Gol, Paranair, Iberia, Level, Lufthansa, Boliviana de Aviación, Sky Airlines, JetSmart Chile, Swissair, Ethiopian Airlines y Air Europa, retomaron sus frecuencias prepandemia.
El Aeroparque Jorge Newbery, con un movimiento en noviembre de 1.225.585, pasajeros, fue el que presentó un mayor volumen, seguido por Ezeiza, con 666.203; Córdoba, con 196.809; Mendoza, con 188.945; Bariloche con 149.470¸ Puerto Iguazú; con 115.979; Salta, con 113.911; Ushuaia, con 100.709; El Calafate; con 86.621 y Neuquén, con 85.614, entre los 10 primeros.
Aerolíneas Argentinas estima cerrar el año transportando 11 millones de pasajeros, mientras que proyecta para el año que viene más de 13 millones, que es la cifra que registraban antes de la pandemia, mientras que para el primer trimestre del 2023 programan un crecimiento del 4% respecto del 2019, según indicaron a Télam fuentes de la compañía.
Aerolíneas Argentinas también fue la empresa que más pasajeros transportó hacia y desde Brasil en septiembre; la tercera respecto de Chile, tras Latam y Sky; y la segunda respecto de Estados Unidos, detrás de American Airlines.
La flota actual del grupo está compuesta por 79 aeronaves, conformada por ocho Airbus 330-200, ocho Boeing 737-700, 29 737-800, siete B737 MAX 8 y 26 Embraer
Entre enero y noviembre de este año, la compañía de bandera transportó 8.699.340, lo que representa el 95% respecto de 2019, volando a 38 destinos, dos más que los que tenía en 2019 (Puerto Madryn y Valle de Conlara), con 79 rutas y presencia en todas las provincias, y 43 Intertramos, sin pasar por Buenos Aires.
El presidente de la compañía, Pablo Ceriani, aseguró que el plan que tienen en marcha permitirá hacer un mejor uso de los aviones y las tripulaciones, con la perspectiva de «ampliar la oferta» existente.
Ceriani aseguró que ya dejaron atrás «los años difíciles» caracterizados por el cierre del turismo y la restricción sanitaria que afectó a las empresas aéreas en todo el mundo, y que hoy todas experimentan procesos de crecimiento continuado, aunque condicionadas por la incertidumbre que se deriva de la crisis económica internacional y los coletazos de la guerra en Ucrania.
También dijo que la expansión del mercado propició en Aerolíneas la recuperación de aviones y la optimización de personal para dar respuesta, pero advirtió que esa evolución encuentra un «cuello de botella» en el acceso a los insumos y los turnos para la reparación de aeronaves, que concentran pocas firmas a nivel mundial.
Durante este año influyeron diferentes variables en el crecimiento de los pasajeros internacionales, como la suma de vuelos a Perú y Colombia, nuevas rutas a Brasil, un aumento en el turismo receptivo de cercanía; nuevas rutas de las aerolíneas low cost; reinicio y aumento de las operaciones desde el interior a destinos regionales y la vuelta de las rutas del verano.
Aerolíneas Argentinas incrementó sus rutas interprovinciales, sin pasar por Buenos Aires; potenció su Hub Córdoba e incrementó sus vuelos regionales, inaugurando rutas entre ciudades de Brasil y ciudades del interior como Córdoba, Mendoza, Salta, Bariloche, Ushuaia y El Calafate.
Otro tanto ocurrió con JetSmart, que suma un total de 72 rutas domésticas e internacionales dentro de toda la región, habiendo inaugurado recientemente sus vuelos internacionales a Asunción, Paraguay y Río de Janeiro, Brasil, a los que se suman las frecuencias que ya existían con Chile, Colombia, Perú y Uruguay.
El gerente de la empresa, Gonzalo Pérez Corral, sostuvo que están proyectando «para el mes de diciembre estar operando cerca de un 60% más de asientos de los que operamos en diciembre de 2019», aclarando que «mientras el tráfico doméstico está así de fuerte y el regional, en algunos casos, muestra potencial, el flujo internacional está aún en un 60 a 70% del movimiento prepandemia».
El buen desempeño llevó a las aerolíneas a retomar sus planes de crecimiento sumando aviones: Jetsmart ya vuela con ocho y Flybondi con 10.
Flybondi recibió hace pocos días el décimo avión, y estiman tener doce para fin de año y terminar 2023 con 17 aeronaves.
«Este año va a terminar con un potencial cercano a los 11,6 millones de pasajeros; sigue estando debajo de los 16 millones de 2019, pero con una demanda superando a la oferta. En 2023 podemos cerrar con 18 millones; y el potencial del mercado argentino habilita pensar en 30 millones de pasajeros en los próximos cinco años», dijo el CEO de la empresa, Marcelo Sana.