Caitlin Fladager es una mujer de 30 años que vive en Vancouver, Canadá, país en donde el uso recreativo y medicinal de la marihuana es legal. Ella tiene dos hijos y reconoció que fuma este tipo de planta y que no se lo oculta a los niños.
Además, sostiene que hacer eso la convierte en una mejor madre y que mantiene el hábito fuera del alcance de ellos. De hecho, modificó el garaje de su casa para usarlo como un espacio para consumir los cigarros de manera que el olor no moleste a los demás integrantes de su familia.
Caitlin explicó que tiene muchas precauciones en su casa. Los niños revisan las etiquetas de todos los productos que hay en la heladera para saber si tienen cannabis o no.
Ella quedó embarazada de su novio de la secundaria, Noah, cuando tenía 18 años. El matrimonio ahora tiene dos hijos llamados Adriana y Jack. “Siempre he sido honesta y abierta con ellos acerca de lo mucho que nos ha ayudado la marihuana a mí y a su padre”, comentó.
“Están informados sobre los peligros que hay si se comen bocadillos de cannabis accidentadamente, por eso siempre revisan los paquetes de dulces sin importar su apariencia. Sin embargo, yo mantengo los nuestros bajo llave”, agregó.
Caitlin también confesó que fumar marihuana le ayuda a quitarle la ansiedad. Ella dice que sus hijos se refieren a los cigarros como “la pequeña ayuda de mamá en sus días difíciles”. Además, agregó que gracias a ese hábito que tiene, mejoró su estilo de crianza.