Andrés Calamaro regresó a Córdoba luego de tres largos años, y lo hizo fiel a su estilo: con localidades agotadas, hizo un repaso por sus más grandes hits en poco más de una hora y media en la Plaza de la Música (Costanera esq. Mendoza).
Si bien Andrés es de la vieja escuela y aboga por dejar de lado la tecnología en cada uno de sus shows, el público -muy variado y de todas las edades, por cierto- apeló a sus celulares para documentar lo que fue el inicio del recital, cerca de las 21:15, con los acordes de Bohemio.
Acompañado por Mariano Domínguez en el bajo, Germán Wiedemer en piano y teclados, Julián Kanevky en la guitarra y el cordobés Martín Bruhn en la batería -a quien presentó como «oriundo de los barrios jimeneros», Calamaro extasió a su público con algunos clásicos como Para No Olvidar (de Los Rodríguez), Me Arde, Loco, Alta Suciedad, Tuyo Siempre y El Salmón.
También repasó muchos de sus hits más actuales, tales como Cuando No Estás, Verdades Afiladas, All You Need Is Pop y Rehenes. También hubo tiempo para homenajear a Diego Armando Maradona, con la canción que lleva el nombre del astro argentino, y para sorpresas, como la aparición de Zoe Gotusso -presentada como la «cordobesa universal»- para interpretar la balada Tantas Veces.
Para el final, el Salmón guardó Crímenes Perfectos, Estadio Azteca, lo que fue un hermoso momento en la previa del Mundial, Paloma y Los Chicos, la canción homenaje de Andrés a todos sus compañeros y amigos que perdieron la vida. Mientras sonaba la canción, en la pantalla principal se proyectaron varias fotos de aquellos a los que Calamaro (y el público rockero) extraña: Pappo, Luis Alberto Spinetta, Federico Moura, Gustavo Cerati, Willy Crook, Pil Trafa, Marciano Cantero, Palo Pandolfo y el mismísimo Diego Maradona.