La justicia investiga un aberrante episodio ocurrido el sábado pasado en barrio Nuevo Argüello, cuando dos jóvenes ingresaron a robar una vivienda y, uno de ellos, violó en un descampado a una adolescente de 15 años.
El hecho fue denunciado por la familia de la víctima, que está siendo asistida por personal del Polo Integral de la Mujer. Según trascendió, el detenido sería el autor material de la violación, mientras que los Policía busca a un joven de 18 años.
El padre de la menor relató que el sábado a las 7, acompañó a su esposa a la parada del colectivo, ya que debía concurrir a su trabajo, dejando a sus hijos en su casa. “Cuando me fui, vi a dos jóvenes, que conozco, haciendo una fogata en la esquina. Al volver, observé que alguien había entrado a robar, faltaban algunas cosas, y se habían llevado a mi hija de 15. Cuando prendí la luz de la habitación, mis otros dos hijos, de 13 y 11, me dicen ‘papi, se llevaron a la Giuli”, relató el hombre, quien señaló que uno de los delincuentes intentó abusar de la menor mientras dormía y que al resistirse amenazó con hacerles daño.
“Llamé a la policía y en cinco minutos comenzamos a recorrer el lugar. Entonces, en el descampando que limita con el barrio, vemos huir a un joven que coincide con la descripción que me dieron mis hijos”, aseguró el damnificado. “Al ser demorado, le consulto por mi hija y me señala que creía que estaba en otro barrio, aunque estaba muy nervioso y tenía extraños rastros de pasto. Entonces lo dejaron ir. Pocos minutos después apareció Giuliana”, señaló el hombre, identificado como J.
“Tenía las mismas marcas de pasto. Estaba muerta de frío y tenía escoriaciones en el pecho, la panza, la espalda. Estaba descalza y con su perrito en los brazos, porque cuando este tipo se la lleva, el perrito la siguió. Le arruinaron la vida, es una nena de 15 años”, señaló el hombre de 36.
“El mismo sábado cuando estábamos haciendo la denuncia, vino este tipo para amenazarme y como no estábamos, fue a la casa de mis padres. Les dijo que me iba a matar y que no lo acusara de nada. El domingo a la tarde vinieron sus papás y confesaron”, señaló.
Luego del episodio, la familia denunció que recibió amenazas de parte de los padres de los autores del hecho, por lo que se dispuso una custodia policial ante la posibilidad de sufrir represalias.