La Corte Suprema de Estados Unidos denegó la última instancia de apelación al argentino Víctor Saldaño, al no aceptar el caso en revisión. El cordobés de 47 años fue condenado a muerte en Texas y lleva 24 años en el “corredor de la muerte”. La madre de Saldaño, Lidia Guerrero, dijo encontrarse tranquila y señaló que queda a “cuenta de Estados Unidos la decisión que tomen”.
“Por mi parte estoy muy tranquila y agradecida a todas las gestiones que se hicieron. Se comprobó cómo opera el sistema de Texas para aplicar la pena de muerte. Si hace caso o no EE.UU., es responsabilidad y cada cual sabe lo que hace”, indicó ayer en declaraciones periodísticas. Tras esta medida, la defensa sólo puede recurrir a un pedido de “clemencia”. Por su parte, las autoridades norteamericanas sólo tienen que ponerle fecha a la sentencia por medio de una inyección letal.
El abogado Jonathan Miller, que representa los intereses de la Cancillería ante los tribunales norteamericanos, confirmó la medida y señaló que “es probable que haya otras ejecuciones que se van a realizar primero antes”. “Soy la madre en las buenas y en las malas, y él está muerto en vida, como se los dicen por los altoparlantes de la cárcel. ‘Escuchen, estamos ejecutando’. Fue condenado a muerte ilegítimamente. Hasta último momento tengo fe en Dios; será lo que él disponga”, aseveró Guerrero, quien aguarda la definición del Gobierno estadounidense ante el pedido de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que ordenó hace tres años conmutar la pena y sacar a Saldaño del corredor de la muerte.
El miércoles, el caso fue nuevamente tratado en la asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Este es el primer precedente en el Sistema Interamericano de DDHH que condena a los EE.UU por vicios de racismo en su sistema judicial”, consideró el abogado Juan Carlos Vega. En 1995, junto al mexicano Jorge Chávez, asaltó, secuestró y mató al comerciante Paul Ray King. Cuando lo detuvieron, él tenía el arma homicida y el reloj de la víctima. Su compañero confesó y evitó la condena a muerte.
El cordobés fue condenado en un primer juicio, en 1996 y esa sentencia se anuló por estar viciada de racismo; en un segundo proceso, también lo condenaron a muerte. Después de la audiencia del miércoles, la Comisión emitió un comunicado en el que “insta” al gobierno estadounidense a “cumplir” con su resolución de consultarle la pena a Saldaño y sacarlo del corredor.