El ente Municipal BioCódoba inició esta mañana el traslado del búfalo Rubén, del Parque de la Biodiversidad (ex zoológico) al santuario de la Fundación Tekoe Mymba, en Colón, Entre Ríos.
El nuevo hogar de Rubén cuenta con 64 hectáreas de amplias zonas de pastizales, pradera y bosque, tajamares y grandes lagunas que permiten brindar un hábitat idéntico al natural y garantizar el bienestar animal de forma íntegra.
Además, será la primera vez que el búfalo conviva con dos animales más de su especie y eso permitirá brindarle la oportunidad de expresar comportamientos naturales adaptándolo gradualmente a un grupo social.
En este marco, Enzo Cravero, titular del Ente Municipal BioCórdoba manifestó: “El traslado reúne las condiciones para el mejor bienestar de Rubén, a partir de la decisión del intendente Martín Llaryora de que el zoológico se convierta en Parque de la Biodiversidad, Centro de Conservación y Centro de Rescate”.
Por su parte, Damián Casconi, veterinario del Parque de la Biodiversidad añadió: “Siempre desde el parque trabajamos el estado sanitario y la medicina preventiva del animal. Garantizamos sobre todo el bienestar animal, atendiendo lo que necesitan cada uno de los individuos del parque”.
Durante todo el recorrido hasta el santuario, Rubén estará acompañado por técnicos y profesionales de ambas instituciones y escoltado por la Policía Ambiental de la provincia de Córdoba y Gendarmería Nacional. Además, el remolque cuenta con cámaras de seguridad conectadas para seguir de cerca al individuo.
El sábado se comenzó a construir una manga para que él pueda pasar de forma segura hacia el remolque. Los cuidadores y veterinarios del búfalo comentaron que, durante su ubicación, Rubén se mostró tranquilo y no ofreció resistencia porque este tipo de habitáculos ciegos ayuda a disminuir el estrés de la acción.
Los traslados de los animales forman parte de un operativo complejo que incluye un proceso de planeamiento y diseño en conjunto con organismos nacionales y provinciales.
Desde el Municipio, remarcan que el caso de Rubén marcó un hito en la eficiencia del operativo: “El traslado se hizo mucho más rápido de lo que creíamos, porque habíamos venido el mes anterior y un mes después estamos trasladándolo, así que fue maravilloso y rápido. Esto va a marcar un antes y un después”, sostuvo Fernando Pieroni, activista que solicitó el traslado.
Acerca de la Fundación Tekove Mymba
La Fundación Tekove Mymba es un santuario de 1200 hectáreas cuyo objetivo es rescatar y albergar a distintos animales maltratados y explotados. A su vez, forma parte de la Red Federal de Centro de Rescate y es uno de los primeros santuarios habilitados a nivel nacional.
En este espacio ya habitan un oso pardo, dos búfalos asiáticos, Felipe y Gigante, ambos rescatados de un zoológico de La Rioja y casi 200 caballos, entre otros individuos.
La historia de Rubén
Rubén es un macho adulto que nació en 2011 e ingresó en 2014 al ex-Zoológico de Córdoba (actual Parque de la Biodiversidad).
Es un búfalo de agua, de la especie bubalus bubalis y nativo de las zonas tropicales y subtropicales del sudeste asiático. Su hábitat natural son los pastizales aluviales y bosques de ribera. Durante la estación calurosa, pasan gran parte del día sumergidos en el agua y revolcándose en el barro para protegerse del calor y de las picaduras de insectos. Son animales gregarios y se alimentan principalmente de pasturas y hierbas.
Lo llaman búfalo de agua porque prefiere las áreas encharcadas o pantanosas, donde se sumerge parcialmente y camina sobre el lodo del fondo sin dificultad, gracias a sus anchas pezuñas que le impiden hundirse en exceso. Puede ser peligroso en estado salvaje, pero es un animal muy dócil cuando ha sido domesticado.
Esta especie de búfalo es un bóvido bastante grande, de 1,8 m de altura a la cruz y que alcanza excepcionalmente los 1200 kg de peso en el caso de los machos. Las hembras son más pequeñas y nunca superan los 1000 kg. Gran parte del cuerpo está desprovisto de pelo o lo presenta rígido y en muy corta longitud, siendo su color variable desde el blanco hasta el negro. Los cuernos están aplanados y se curvan hacia atrás, con las puntas muy separadas, llegando a 1,2 m de separación máxima entre una punta y otra.