LONDRES.- El ciberactivista y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, recibió ayer una buena noticia de parte del gobierno del Reino Unido, donde está detenido desde fines de la semana pasada luego de que Ecuador le retirara el asilo diplomático que le había otorgado el ex presidente Rafael Correa. El gobierno británico confirmó, en efecto, que Assange no será extraditado a países que tengan la pena de muerte, en tres cartas diplomáticas enviadas a funcionarios ecuatorianos en respuesta a sus inquietudes.
En la primera misiva, fechada el 7 de marzo de 2018, el entonces secretario de Estado para Relaciones Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, indicó que las leyes británicas establecen que la extradición de una persona no será ordenada a un país donde se ejecute la pena de muerte a menos que el Ministro de Estado reciba con anticipación la seguridad de que esa condena no será impuesta ni llevada a cabo contra el acusado. Johnson incluso añadió que la legislación establece una protección adicional al señalar que si el Ministro de Estado “acepta una garantía que considere adecuada, la persona interesada también puede solicitar permiso para apelar ante la Corte Suprema, que examinará la garantía otorgada”, según informó ayer el diario El Comercio.
En el mismo sentido se pronunció luego Jeremy Hunt, a cargo de la misma Secretaría de Estado, en otra carta fechada el 10 de agosto de 2018. Una tercera misiva, enviada el 3 de abril pasado al gobierno del presidente Lenin Moreno, confirmó que “un juez no debe ordenar la extradición de una persona si no es compatible con sus derechos de Convención como se establece dentro del Acta de Derechos Humanos de 1998”. Dicha acta “incorpora los derechos establecidos en la Convención Europea de Derechos Humanos (ECHR) dentro de la ley doméstica del Reino Unido. El Artículo 3 del ECHR prohíbe la tortura y el trato inhumano y degradante”, continuó el escrito, difundido ayer por el propio Moreno.
El mandatario ecuatoriano insistió así en que el Reino Unido le garantizó que Assange “no será entregado en extradición a un país en el que pueda sufrir pena de muerte”, como es el caso de Estados Unidos, donde esa condena sigue vigente en la mayoría de sus estados.
El 11 de abril, el gobierno de Moreno le retiró el asilo diplomático al fundador de WikiLeaks “por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia”, lo que derivó en su inmediata detención por parte de la policía británica. Ante las críticas, el mandatario ecuatoriano difundió ayer los documentos que intentan probar la garantía de que Assange no sería entregado a un país en el que “pudiera sufrir torturas o la pena capital”, según informó. “El gobierno nacional actuó conforme al derecho internacional, las leyes nacionales y el respeto absoluto a los derechos humanos de Assange”, concluyó el mandatario ecuatoriano.
Acusaciones de Moreno
QUITO.- El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, salió a justificar ayer el retiro del asilo diplomático y la ciudadanía ecuatoriana a Julian Assange, asegurando que el fundador de Wikileaks intentó usar la embajada ecuatoriana en Londres “como centro de espionaje”. En una entrevista con The Guardian, el mandatario defendió su decisión de entregar a Assange al resaltar que no fue “arbitraria”, sino “basada en la legislación internacional”.
“Cualquier intento por desestabilizar (a un Gobierno) es un acto reprobable para Ecuador, porque somos una nación soberana y respetuosa con las políticas de cada país”, argumentó Moreno, quien aseguró que el activista australiano empleó la legación ecuatoriana en el Reino Unido para “interferir” en las democracias de otros países. El artículo recuerda en realidad que WikiLeaks fue vinculada a una web anónima que divulgó la noticia de que el hermano de Moreno había creado una compañía off shore en un paraíso fiscal, además de publicar fotografías privadas del presidente ecuatoriano y su familia.