LONDRES.- El polémico primer ministro británico, Boris Johnson, quedó cerca de protagonizar un papelón histórico luego de que la Cámara de los Comunes aprobara ayer una moción que le permite tomar el control de la agenda parlamentaria, por tanto del Brexit, abriendo un horizonte de mayor incertidumbre aún para el Reino Unido, que podría derivar en un anticipo de las elecciones generales previstas para 2022.
En una tensa jornada, de ribetes históricos por no tener antecedentes constitucionales en Gran Bretaña, el Parlamento británico aprobó por 328 contra 301 votos una iniciativa que le devuelve el control de su agenta, con el apoyo de 21 diputados conservadores, que se rebelaron contra el liderazgo de Johnson. El objetivo es evitar que el Reino Unido se vaya de la Unión Europea (UE) el próximo 31 de octubre sin acuerdo, algo que enfurece a Johnson, al punto que prometió proponer “una elección general” si los legisladores avanzan hoy con otra moción para obligarlo a pedir una prolongación de las negociaciones a Bruselas.
“Yo no quiero una elección. El público no quiere otra elección. Pero la gente va a tener que elegir quién irá a Bruselas para resolver esto. Si los diputados votan para detener la negociación y otro inútil retraso, la única manera de avanzar será una elección”, insistió ayer Johnson, que acusó de traición a los diputados conservadores que votaron junto a las fuerzas de la oposición e incluso los amenazó con una expulsión del partido. Afuera del Palacio de Westminster, miles de personas que protestaban bajo la consigna “Ustedes cierran el Parlamento, nosotros cerramos las calles”, desmentían sus temerarias afirmaciones.
Presionada por el propio primer ministro, que ordenó el cierre del Parlamento a partir de la próxima semana y hasta el 14 de octubre, la Cámara de los Comunes votará hoy una moción que exige a Jonshon pedir a la UE una extensión de tres meses en la negociación y no irse sin acuerdo. Si la iniciativa llegara a prosperar, el premier anunció que propondrá una inmediata convocatoria a elecciones generales anticipadas para el 14 de octubre, que también deberían votar los comunes probablemente hoy mismo.
Si como todo indica esto llegara a suceder, Johnson se convertiría en el primer jefe de gobierno británico que abandonará el poder con menos de seis semanas en su cargo. “Nunca aceptaré otro retraso del Brexit. Nos iremos el 31 de octubre, sea como sea, con o sin acuerdo. Nunca entregaré el control de la capacidad negociadora del Reino Unido”, había afirmado ayer al inicio de su intervención.
“La estrategia del primer ministro es obvia: quiere fijar a la UE unas condiciones imposibles para atribuirle la culpa del fracaso de la negociación. Y luego quiere celebrar unas elecciones generales lo antes posible, antes de que las consecuencias negativas de un Brexit sin acuerdo resulten evidentes”, lo acusó el veterano conservador Kenneth Clarke, miembro de su propio partido.