Rusia anunció este sábado que el primer ministro Boris Johnson y otros altos cargos de su gobierno tienen prohibido el ingreso al país, como respuesta a las sanciones impuestas contra el Kremlin por la guerra en Ucrania.
«Esta medida fue tomada como una respuesta a la desenfrenada campaña informativa y política destinada a aislar a Rusia de forma intencional, para crear las condiciones para lastrar a nuestro país y estrangular a nuestra economía», indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
La cartera acusó a Londres de haber lanzado «acciones hostiles sin precedentes», en particular refiriéndose a las sanciones contra altos cargos rusos.
«Los dirigentes británicos están agravando deliberadamente la situación en torno a Ucrania, entregándole al régimen de Kiev armas letales y coordinando esfuerzos similares en nombre de la OTAN», afirmó el ministerio.
La lista negra emitida por Rusia contra altos cargos del gobierno incluye al viceprimer ministro Dominic Raab, a la ministra de Relaciones Exteriores Liz Truss, al secretario de Defensa, Ben Wallace y a la exprimera ministra Theresa May y a la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon. Tras conocerse las medidas punitorias, las autoridades británicas reiteraron su respaldo completo a Ucrania.
«Reino Unido y sus socios internacionales permanecen unidos en su condena a las acciones reprochables del Gobierno ruso sobre Ucrania y piden al Kremlin que pare la guerra», según un comunicado del Ministerio de Exteriores recogido por la cadena Sky News. «Seguimos resueltos en nuestro apoyo a Ucrania», añadió el texto.
El Reino Unido forma parte de una campaña internacional para castigar a Rusia con un bloqueo de activos, prohibición de viajes y sanciones económicas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin trasladara sus tropas a Ucrania el 24 de febrero pasado.