La OMS y Unicef recomiendan la lactancia materna de manera exclusiva durante los primeros 6 meses de vida de un bebé y en forma complementaria hasta los dos años, ya que es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de las infancias. Sin embargo, en Argentina, el 92% de las empresas no cuenta con un espacio de lactancia que facilite a las personas gestantes sostener esta práctica, lo que se convierte en una barrera para su desarrollo profesional, al tener que buscar otras formas de conciliar el trabajo con las tareas de cuidado. También es importante señalar que para las personas gestantes que trabajan, puede ser un riesgo para su salud el interrumpir la lactancia o no extraerse la leche de manera periódica.
Es común que los baños sean los espacios donde se practica la extracción de leche, pero éstos no son un lugar adecuado. Desde Grow-género y trabajo acompañamos a las organizaciones a llevar adelante diagnósticos de sus instalaciones para identificar cuáles son las áreas de oportunidad a fin de que sus oficinas, plantas o talleres cuenten con los requisitos de una infraestructura inclusiva, es decir, que sean espacios donde las personas puedan transitar, trabajar y cumplir también con algunas necesidades en momentos clave de su ciclo vital como es el momento de la lactancia. La falta de lactarios es una problemática que hemos identificado en la mayoría de las industrias masculinizadas como es el sector energético, minero, y siderúrgico, entre otras.
Lograr combinar la lactancia con la jornada laboral es posible pero requiere de diversos factores. En principio, una red de sostén desde el ámbito familiar es siempre importante, pero el apoyo dentro del ámbito laboral es inclusive más. La mayoría de las personas gestantes reconocen que la lactancia limita o complica su desarrollo profesional. Entonces, ¿Qué pueden hacer las organizaciones para modificar esto?
La buena práctica contempla dos cuestiones. La primera es contar con infraestructura, es decir, lactarios en el lugar de trabajo que tengan el equipamiento adecuado. La segunda es invertir en consolidar una cultura laboral que empatice y acompañe la lactancia. Estas acciones ayudan a las organizaciones a disminuir las brechas en el desarrollo profesional de mujeres y hombres. Vamos a desarrollar estos puntos.
Buenas prácticas en relación a los lactarios
Los lactarios son espacios de uso exclusivo, especialmente acondicionados para que las personas gestantes amamanten o extraigan leche materna durante el horario de trabajo, asegurando su adecuada conservación y favoreciendo la continuidad de la lactancia materna. Estos espacios deben garantizar higiene, privacidad y comodidad.
La higiene consiste en que los lactarios cuenten con esterilizadores, una heladera para conservar la leche, papel descartable y que haya limpieza continua en el espacio.
La privacidad consiste en que el espacio sea de uso exclusivo para la lactancia, para que las personas gestantes puedan extraerse la leche sin interrupciones, ruido, ni distracciones. Se sugiere que el espacio tenga seguro o traba o cuente con una señalización que facilite a otras personas saber si el espacio está ocupado.
La comodidad consiste en facilitar elementos como sillas o butacas individuales, dispensador de agua y un reloj visible. Se recomienda que el espacio cuente con un mueble para resguardar otras pertenencias (o lockers). Además, una buena práctica es que la decoración y ambientación genere un ambiente cálido.
Otros elementos que deben considerarse para aprovechar al máximo el uso del espacio es un espejo, lámparas que garanticen buena iluminación y enchufes.
Modalidades de lactarios
Los lactarios pueden ser fijos o móviles. Los lactarios fijos son aquellos espacios o habitaciones que en un edificio de oficinas, una planta, un laboratorio o taller, se designa de manera exclusiva para la lactancia. Esta solución es la mejor práctica en organizaciones que tienen una población de trabajadores y trabajadoras de distintas franjas etarias, sobre todo menores de 45 años.
Para los casos que no haya una dotación fija de personas gestantes que puedan hacer uso del lactario es posible contar con la modalidad del lactario móvil. Esta es una práctica exitosa en un banco argentino que tiene oficinas en todo el país. El lactario móvil consiste en un espacio que cumple de manera temporaria las necesidades y que puede ser desafectado después de cumplir con su objetivo. El espacio puede instalarse en una sala de reuniones (con elementos que permitan esto, como mamparas) o en algún otro espacio cerrado que otorgue privacidad en horarios acordados previamente. En el lactario móvil, los elementos esenciales como el sillón y la heladera deben ser de uso exclusivo y pueden ser retirados y resguardados una vez cumplida la necesidad. Algunas organizaciones han adecuado lactarios con ruedas que pueden ser transportados fácilmente.
Accesibilidad y cercanía
Un aspecto fundamental que se debe considerar es que los lactarios deben estar ubicados a una distancia corta desde cualquier espacio de trabajo para que la persona gestante no tenga que invertir tiempo en ir y volver. También se debe contemplar que sea sencillo acceder al lactario, evitar escaleras o cualquier obstáculo que pueda significar una limitante para personas con movilidad reducida.
Un ejemplo de esto se llevó a cabo en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, donde se invirtió en instalaciones que garantizan la accesibilidad para personas con disminución visual o que utilizan sillas de ruedas.
Cabe señalar que las organizaciones que cuentan con atención al público también pueden apoyar a la lactancia de quienes realizan consultas o trámites en sus oficinas a partir de facilitar un lactario abierto al público.
Construir una cultura de apoyo a la lactancia
Igualmente importante es que la inversión en infraestructura se acompañe con campañas de sensibilización para los liderazgos y equipos de trabajo sobre la importancia de la lactancia y las complejidades que implica realizar la actividad en el espacio de trabajo.
Es particularmente importante que dichas prácticas se apliquen en todas las áreas de la organización y en todos los niveles jerárquicos para que permee tanto en personas que ocupan puestos administrativos como para quienes tienen trabajos de atención al público o para quienes realizan actividades técnicas o manuales en plantas, fábricas o talleres.
Sobre lo que se recomienda conversar con el personal es que el tiempo de lactancia es una elección de las personas gestantes y ello se debe acompañar con diversas prácticas desde la jefatura inmediata como es la flexibilidad para los descansos de lactancia, la reducción de la jornada de trabajo y la posibilidad de combinar presencialidad con teletrabajo, en aquellos cargos que lo permitan.
Los lugares de trabajo que propician la lactancia ofrecen tiempo, seguridad de ingresos y espacio para conseguir resultados positivos en materia de nutrición y salud para todos los colaboradores y colaboradoras. Por ello, desde Grow-género y trabajo insistimos en la importancia que tiene el hecho de que las organizaciones empleadoras apuesten por tener una cultura de apoyo a la lactancia que tenga beneficios en la salud de su personal, así como fortalezca el sentido de pertenencia y disminuya las posibilidades de que las mujeres y personas gestantes interrumpan su carrera profesional en momentos clave de su carrera laboral.
* Coordinadora del área de Diagnóstico e Implementación de Grow-género y trabajo