El embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, advirtió este lunes que en ese país hubo una «interrupción del orden constitucional» y un «vacío de poder» tras la renuncia del presidente Evo Morales.
«En Bolivia hay una interrupción del orden constitucional que seguramente va a tener consecuencias, espero que no graves», expresó el funcionario. Álvarez García, en diálogo con el canal TN, sostuvo que en el país vecino «hay un vacío de poder» que se traduce en informaciones cruzadas como las referidas a la supuesta orden de detención contra Morales.
El funcionario señaló que son los jefes de las fuerzas militares y policiales los que se mantienen en sus puestos y están a cargo de la situación, hasta que este martes la Asamblea Nacional defina las autoridades provisorias.
El embajador admitió que hay conversaciones con otras sedes diplomáticas en las que queda traslucida la preocupación por la seguridad.
«Estamos en conversaciones con todos los embajadores. Están todos preocupados por la seguridad tanto de las embajadas como de las residencias», dijo el representante argentino.
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Otras voces
El Partido Justicialista bonaerense manifestó hoy su «más firme repudio» al desplazamiento del presidente de Bolivia Evo Morales y llamó a trabajar «por el inmediato restablecimiento del estado de derecho». «Los sectores minoritarios y reaccionarios se niegan a respetar la democracia que tanto costó consolidar en nuestra América», manifestó el PJ bonaerense mediante un comunicado. «Por eso pedimos que se garantice la seguridad de los compañeros presidente Evo Morales, vicepresidente Alvaro García Linera y de todos los funcionarios y dirigentes del Movimiento al socialismo del Estado Plurinacional de Bolivia», agrega.
En tanto, el diputado oficialista Daniel Lipovetzky se despegó del Gobierno al considerar que el desplazamiento de Morales «es un golpe de Estado» y que debe ser repudiado por todos los sectores. «Es un golpe de Estado, hay que repudiarlo y no puede haber grises», manifestó el legislador de Cambiemos en declaraciones formuladas a radio El Destape. «No coincido con el comunicado de Cancillería (argentina). La posición tiene que ser muy clara de que esto fue un golpe de Estado y hay que repudiarlo», agregó. Lipovetzky consideró que las Fuerzas Armadas no deben tener opinión sobre lo que debe hacer un presidente porque «eso es un golpe de Estado aunque lo quieran disfrazar de otra cosa».
El jefe del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri, también repudió la «intromisión militar en la vida política de Bolivia», después de la renuncia del presidente de ese país, Evo Morales, y advirtió que esas incursiones «sólo son compatibles con golpes de Estado». «Repudio toda intromisión militar en la vida política de Bolivia, ya que esto es sólo compatible con golpes de Estado», sostuvo Negri desde su cuenta de Twitter.
En esa misma línea se pronunció el centenario partido a través de un comunicado en el cual dijo que «América latina está viviendo jornadas particularmente convulsas. Hoy recibimos noticias de Bolivia, que dan cuenta de una sucesión de hechos preocupantes. Entre ellas, la renuncia del Presidente Evo Morales, en medio de un clima de agitación. El continente necesita recuperar la normalidad institucional, en base a una observancia estricta de los procesos electorales».
En la nota, el comité nacional de la UCR señaló que «el cuidado en los procesos, el respeto a la división de poderes, las reglas de equidad en la competencia política son el fundamento de la convivencia cívica. Las tensiones deben resolverse en su marco legal sin injerencias ajenas al poder civil (…) No a las trampas! No a las injerencias externas! No al Golpe de Estado! Si al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica», al tiempo que llamó a la paz social y a elecciones libres y transparentes.
El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel manifestó su preocupación por la situación política y social de Bolivia y consideró como «una aberración» que la Fuerza Aérea Argentina no permita el arribo al país del renunciante Presidente. «La situación de Bolivia tiene que ver con todo lo que está sucediendo en América Latina. Hay una intervención directa de los Estados Unidos en las elecciones bolivianas», manifestó Pérez Esquivel.