Spencer Elden fue el bebé que en los 90 se hizo famoso por aparecer en la tapa del segundo álbum de la banda Nirvana de Kurt Cobain. Treinta años después, el joven busca una compensación de U$S 150.000 por esa imagen en la que nadó persiguiendo un dólar a la edad de cuatro meses.
Según la demanda por daños y perjuicios presentada por Elden, los músicos presuntamente se sirvieron de la impactante naturaleza de su imagen” para promocionar sus canciones a costa de Spencer. Asimismo, el documento sostiene que los acusados continúan beneficiándose de la comercialización de la explotación sexual” de la fotografía.
Los acusados son 15 e incluyen a los miembros sobrevivientes de la banda Dave Grohl y Krist Novoselic; el administrador de la propiedad de Kurt Cobain; la exesposa de Cobain, Courtney Love; y el fotógrafo Kirk Weddle.
Una de las razones de la demanda implica una cuestión de derechos ya que Elden afirma que no pudo dar su consentimiento para el uso de su imagen, y que ni siquiera fue otorgado por sus tutores legales en ese momento a la banda Nirvana.
El joven afirma que «ha sufrido y seguirá sufriendo daños de por vida» como resultado de la obra de arte, incluida «angustia emocional extrema y permanente», así como «interferencia con su desarrollo normal y progreso educativo» y «tratamiento médico y psicológico».
Por otro lado, también se alega que la imagen desnuda constituye pornografía infantil. «Las imágenes expusieron la parte íntima del cuerpo de Spencer y mostraron lascivamente los genitales de Spencer desde que era un bebé hasta la actualidad», afirman los documentos legales presentados en California.
Las fotos no sexualizadas de bebés generalmente no se consideran pornografía infantil según la ley de Estados Unidos. Sin embargo, Robert Y. Lewis, el abogado de Elden, sostiene que la inclusión del billete de US$1 hace que el menor parezca «un trabajador sexual».
El caso legal también sostiene que Nirvana había prometido cubrir los genitales de Elden con una calcomanía, pero que el acuerdo no fue respetado.
Los representantes de Nirvana y sus sellos discográficos aún no han respondido.