En el marco de la inauguración del cuarto Centro Operativo de la ciudad, el intendente provincial, Martín Llaryora, se refirió a la situación que afecta el normal funcionamiento del aeropuerto Ambrosio Taravella e impacta negativamente en diversas actividades económicas de la capital y la provincia.
En este sentido, el mandatario dijo que con este tipo de medidas, el Gobierno Nacional discrimina a los cordobeses y comparó esta situación con el desigual reparto de subsidios para el transporte urbano de pasajeros.
En este marco, el jefe Comunal calificó como una locura total” que el aeropuerto Ambrosio Taravella no pueda operar con vuelos internacionales y recordó que mientras continúa cerrado, hay otros que ya fueron habilitados por el Gobierno Nacional para trabajar con normalidad.
Lo que está haciendo con los cordobeses no tiene nombre, esto debilita la enorme potencialidad que tiene Córdoba en materia de turismo de convenciones, comercio, industria y otros sectores”, aquejó Llaryora.
Cabe recordar que para Córdoba, el cierre de la estación aérea es un problema. Según las cifras oficiales, el aeropuerto Ambrosio Taravella entró a la pandemia operando entre 50 y 60 vuelos diarios de cabotaje y al exterior, y hoy sólo pasan por él entre nueve y 10, todos domésticos.
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En su último agosto pre-Covid (2019), por el Taravella pasaron más de 239 mil pasajeros. En agosto último, fue una cuarta parte de eso: 56 mil. Para el sector empresario podría considerarse un desastre en materia de economía.
«Habíamos logrado que el hub de Córdoba sea uno de los más importantes, con conexión a muchísimas capitales del mundo. Lo cual nos posicionaba y nos permitía ser una de las grandes ciudades para la industria de los comercios, que mejora la calidad de los negocios y trae muchísimo turismo”, agregó.
A su vez, el Intendente reiteró su reclamo para que el interior reciba más fondos en materia de Transporte: «Con asombro vemos que el presupuesto nacional del año próximo no prevé más fondos para el interior, situación que es totalmente perjudicial para todos y ensancha la brecha entre lo que recibe el Amba y el interior. Necesitamos que la Nación nos escuche y que distribuya de manera más equitativa los recursos del transporte».