El presidente Alberto Fernández advirtió hoy sobre los movimientos de «odio y violencia y los viejos fascismos que vuelven a reaparecer» en el mundo y sostuvo que el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner en la Argentina «es resultado de ese odio» y «negarlos no nos hace bien».
«Uno ve cómo las derechas recalcitrantes avanzan en Europa. No hay ningún problema con las derechas democráticas, pero las derechas que promueven el odio y la violencia no deben tener cabida en el mundo que vivimos», dijo el mandatario al exponer sobre “Desafíos globales: una perspectiva latinoamericana” en la Universidad The New School, donde llamó a «construir un nuevo sistema internacional equilibrado y equitativo».
En el marco de su presencia en la ciudad de Nueva York, donde esta tarde expondrá en la asamblea general de las Naciones Unidas, Fernández señaló que «en la desesperanza es donde se siembra el odio, la violencia, los viejos fascismos que vuelven a aparecer en el mundo» y añadió: «Lo que pasó con Cristina es resultado de ese odio y negarlo no nos hace bien».
Por otro lado, en su disertación, el Presidente habló de las consecuencias en todo el mundo de la pandemia, primero, y la guerra en Ucrania, después, y la necesidad de «construir algo distinto».
«Somos sobrevivientes de una pandemia, una de las mayores tragedias que la humanidad recuerda. Tenemos el deber ético y la obligación moral de construir algo distinto. El sistema financiero internacional distribuye riqueza en unos pocos y pobreza en millones», dijo el mandatario argentino.
En esa línea, advirtió: «No es posible que sigamos emitiendo derechos especiales de giros para que queden en las arcas de los poderosos, porque seguimos enriqueciendo a los ricos. Tenemos que cambiar. El mundo nos dio una alerta».
«No puede seguir existiendo el sistema de sobrecargos que triplican las tasas de intereses que pagamos los países deudores después de padecer una pandemia como la que padecimos», señaló también en su alocución.
Asimismo, Fernández consideró que la Argentina es «parte del mundo de los países deudores» y agregó: «No hemos generado la deuda: la hemos heredado. Y enfrentamos la cuestión de la deuda con toda responsabilidad, pero tenemos que repensarlo».
En cuanto a las consecuencias de la guerra en Ucrania, el jefe de Estado sostuvo: «Están sembrando hambre en el hemisferio sur. Es una guerra que afecta globalmente a todo el mundo. La voz de América Latina tiene que estar presente. Es muy posible que América Latina acabe teniendo una oportunidad en esta guerra, porque se necesita producir alimentos y energía».
«En el norte vuelan los misiles, en el sur se distribuye el hambre. ¿Cuánto tiempo más vamos a soportar esta injusticia? Tenemos que decir basta. Tocamos fondo con la pandemia. Basta», concluyó.