Lejos de llevar tranquilidad, la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el Congreso dejó al oficialismo al borde de una ruptura definitiva entre los sectores que responden al presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quienes ya ni si quiera se hablan entre sí, según reveló la semana pasada la vocera presidencial, Gabriela Cerruti.
Se trata de una situación inédita en la gestión de Fernández, quien enfrenta los dos últimos años de su gestión con el desafío mayúsculo de remontar la crisis social del país, cumplir con el programa firmado con el FMI y relanzar su mandato con la mayor figura de su Gobierno en contra y el Congreso absolutamente dividido. Ya lo expuso el sábado mismo, horas después de la aprobación del acuerdo, en un acto donde el mandatario afirmó que “hay un tiempo de la Argentina que, de una vez y para siempre, debemos inaugurar, que es el tiempo de trabajar unidos, de trabajar juntos; ya tuvimos demasiados años para distanciarnos, para pelearnos, para marcar diferencias”.
“Hay cuestiones donde ya no tiene sentido que sigamos marcando esas diferencias y además no tiene sentido porque el problema ciudadano tiene otra magnitud y nos está reclamando de ese ceder, que cada ceda lo que tiene que ceder para poder lograr los resultados que falta que alcancemos”, enfatizó el mandatario en un acto en Tucumán. Por la tarde, empero, agradeció la “responsabilidad institucional” de quienes acompañaron el acuerdo con el FMI, en una crítica interna hacia el “kichnerismo duro”.
Por eso, la realidad indica que las diferencias en el Frente de Todos (FdT) se siguen profundizando, al punto que el canciller Santiago Cafiero pidió ayer evitar “una ruptura” en una nota de opinión titulada “Nos une la patria”.
“Las diferencias en el seno de nuestra coalición bajo ningún aspecto deben transformarse en una ruptura del espacio político”, aseveró Cafiero, quien argumentó que “las transformaciones que necesitamos hacer para modificar la realidad productiva, laboral y social de nuestro país requieren de la unidad de la coalición, del trabajo y las ideas de todos los compañeros que constituimos este espacio político”; a la vez que señaló que un eventual “quiebre” de la alianza de Gobierno también “implicaría un divorcio muy grande de nuestra fuerza política con la realidad que hoy viven los habitantes de nuestro país”.
Por ahora, desde el sector afín a Fernández de Kirchner reina el silencio tras las atronadoras críticas al acuerdo con el FMI, aunque algunas versiones periodísticas indicaron que La Cámpora decidió en una reunión secreta que por el momento se quedará en el Gobierno. “Los kirchneristas llegaron a la conclusión de que sólo queda un año neto de gestión y luego vendrán la definición de las candidaturas y la campaña. Es poco tiempo como para volver al llano y perder la capacidad de juego político que se tiene desde los cargos”, indicó un medio porteño.
Duras críticas del ex presidente Macri
El ex presidente Mauricio Macri criticó con dureza al Gobierno al asegurar que por el accionar de la oposición el país evitó el default con el FMI y aseverar que el presidente Alberto Fernández “no sabe dónde está, a dónde va, ni cómo ir”, a la vez que consideró que “encontró su peor enemigo en el oficialismo”.
“Votamos el acuerdo pero no el plan al que consideramos insustancial y muy malo”, afirmó Macri, quien consideró que “la pareja presidencial solo está unida por la mutua necesidad de alcanzar y mantener el poder, no por un proyecto, ni ideas, ni visiones”.
Chino Navarro pide “reconstruir” al FdT
El referente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, admitió que se produjo una ruptura en el Frente de Todos y pidió una reconstrucción del espacio.
“No me sorprende las diferencias porque siempre existieron. En este sentido Alberto y Cristina no son los únicos que tienen la responsabilidad, sino todos. En algunas cosas, coincido con Alberto, en otras, coincido con Cristina. Esto requiere mucha paciencia, mucha escucha, hablar con todos, construir puentes. No se sale ni puteando, ni insultando, ni descalificando, ni poniendo motes”, remarcó.