En el marco de la presentación del protocolo de medidas sanitarias dispuestas para volver a las aulas en 2022, el presidente Alberto Fernández destacó este jueves la necesidad de “volver a traer al sistema educativo” a todos los chicos y chicas que se alejaron de las aulas durante la pandemia y consideró que “no debe haber diferencias ideológicas o partidarias” en esta materia.
“Tenemos que hacer del 2022 el año de la educación y que la normalidad vuelva a existir en los colegios. La tarea por delante es compleja; tenemos que recuperar el ánimo después del desánimo”, dijo el mandatario en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, al participar del cierre de una reunión conjunta de los Consejos Federales de Salud y de Educación en la que se analizó el nuevo protocolo Aula Segura de cara al inicio del próximo ciclo lectivo en el contexto de la pandemia de coronavirus.
En ese marco, Fernández, en su primera actividad oficial tras el regreso ayer de la gira por Rusia, China y Barbados, afirmó que “somos sobrevivientes de una pandemia que se llevó la vida de más de 100.000 argentinos y de millones de la humanidad”.
“Esto nos impone un deber ético y moral, que es construir un mundo mejor, donde todos tengamos acceso a la salud y la educación y poder brindar desde el Estado la mejor calidad en esa materia”, afirmó en su discurso.
Durante la reunión, se aprobó el protocolo denominado “Aula segura” para la prevención y control del Covid-19 en los establecimientos educativos de los niveles inicial, primario y secundario de todo el país.
Entre las recomendaciones para garantizar 190 días de presencialidad plena, segura y continua, las autoridades decidieron eliminar las burbujas, una asistencia cuidada, ventilación cruzada y constante, y uso de barbijo a partir del nivel primario, entre otras cuestiones.
El protocolo fue elaborado por las áreas técnicas del Ministerio de Salud de la Nación con los aportes recibidos de la cartera de Educación de la Nación, Unicef, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Sociedad Argentina de Pediatría y la Defensoría Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes, según se indicó.
A continuación, el detalle de las medidas incluidas en el protocolo Aula Segura:
- La escuela deberá recabar la información sobre la vacunación contra COVID-19 de toda la comunidad educativa, así como la del calendario nacional.
- Se eliminan las burbujas.
- Asistencia cuidada: ante la presencia de síntomas o malestar general -asociado o no a COVID-19-, el personal y los alumnos no deben acudir a la escuela y deben permanecer en aislamiento siguiendo los criterios vigentes. Se recomienda que realicen la consulta médica correspondiente.
- Si los síntomas no son compatibles con COVID-19, luego de 24 horas sin ellos puede volver a la escuela.
- Ante la presencia de casos de COVID-19 se debe cumplir el aislamiento previsto de los mismos, así como de las medidas ante contactos estrechos según condición de vacunación.
- La sospecha y confirmación de casos NO implica necesariamente el cierre del aula ni la interrupción de las clases presenciales.
- Uso de barbijo a partir del nivel primario: debe tapar nariz, boca y mentón, bien ajustado a la cara y durante toda la jornada educativa en espacios cerrados.
- La ventilación debe ser cruzada y constante.
- Higienizar y limpiar regularmente los ambientes y mantener una adecuada higiene de manos.
- Priorizar la distancia en los momentos en que no se utilice barbijo.
- Se sospechará de un brote de COVID-19 en el aula en presencia de al menos 3 casos confirmados entre alumnos/as de un mismo aula -o alumnos y docente, para el caso de docentes permanentes- asociados epidemiológicamente, en un periodo igual o inferior a 7 días.
- Se promoverá el estudio etiológico de los brotes (confirmar los primeros casos con pruebas de laboratorio y los casos asociados por nexo epidemiológico) para identificar el riesgo de transmisión.
- En ese caso se notificará a los familiares de los estudiantes y al personal relacionado al aula.
- Frente a sospechas de brotes, la autoridad sanitaria realizará la evaluación de riesgo pertinente y se encargará de definir junto a las autoridades educativas las medidas a adoptar.