En una resolución judicial esperada por la familia, la Justicia condenó a prisión perpetua a los tres hombres responsables de la muerte de Lautaro Alvaredo, de 19 años, quien falleció a causa de una feroz golpiza propinada a la salida de un boliche en la localidad bonaerense de Laferrere. Los acusados, Fabricio Román Stella (19), Patricio Nicolás Moreira (20) y Agustín Noguera (20), fueron hallados culpables del homicidio agravado por el concurso premeditado de tres o más personas y por alevosía.
La víctima, Lautaro, junto a sus amigos, había concurrido al boliche Cyrux en la madrugada del 11 de febrero, donde se desató una pelea con otro grupo. La confrontación continuó en la Plaza Ejército de los Andes, a unos 100 metros del local bailable, donde el joven fue atacado brutalmente. Moreira fue el primero en agredir a Lautaro, dándole una patada, mientras que Stella lo golpeó dos veces hasta dejarlo inconsciente. Una vez en el suelo, Noguera, quien también participó de la golpiza, le propinó una mortal patada en la cabeza. Después de los golpes, los agresores le robaron el celular a la víctima, dejándola gravemente herida.
Murió Lautaro Alvaredo, el joven golpeado a la salida de un boliche
La autopsia reveló que Lautaro sufrió múltiples lesiones contusas en la cabeza, rostro, cuello y torso, siendo la causa de su muerte un síndrome de hipertensión endocraneana, producto de un traumatismo de cráneo severo. La víctima permaneció con muerte cerebral durante casi 15 días antes de fallecer el 26 de febrero.
El fallo judicial fue un desahogo para los padres de Lautaro, quienes habían expresado previamente su desconfianza en la justicia. Diego, el padre de la víctima, manifestó a los medios que sentía que «estaba perdiendo la fe en la justicia» y que la sentencia le otorgaba algo de paz. La sentencia fue dictada en una audiencia virtual, y los jueces Eduardo Sánchez, Gerardo Gayol y Raúl Elhart, que fueron los encargados de dictar el veredicto, lo hicieron luego de una evaluación exhaustiva de las pruebas.
El crimen ocurrió tras una pelea inicial dentro del boliche, cuando otro miembro del grupo de Lautaro fue agredido por uno de los acusados, lo que originó la escalada de violencia. Según los testimonios, la disputa comenzó dentro del boliche cuando uno de los agresores le rompió los lentes a un amigo de Lautaro, lo que generó el enfrentamiento.
La condena a prisión perpetua fue recibida como un triunfo por la familia de Lautaro, que durante el proceso judicial expresó su dolor y su reclamo de justicia. La sentencia también fue vista como un mensaje claro en contra de la violencia y la impunidad, destacando la importancia de la justicia en casos tan graves.
Si esta noticia te interesó, registrate a nuestro newsletter gratuito y recibí en tu correo los temas que más te importan. Es fácil y rápido, hacelo aquí: Registrarme.