La llegada de una factura quema las manos mucho más que el sol del verano, aunque los responsables sienten más los cortes de energía eléctrica. No tanto porque los afecte en su vida cotidiana, sino por ser un tema sensible para la opinión pública; algunos barrios o localidades lo conocen bien: se sabe cuándo la luz se va, pero nunca cuando vuelve.
Resolver (o evitar) el problema de los cortes no es sencillo, pero hay que hacerlo.
Que no se te pudra
Esperando en la fila del cajero automático una mujer le decía a otra: «Cuando haga más calor se me va a cortar la luz y no me importa si la culpa es de Mauricio, Alberto o Javier. Lo que quiero es que no se me pudra la carne que tengo en el freezer».
El comentario venía de la boca de una vecina de la ciudad de Córdoba. Es que determinados barrios de la capital y también en otras regiones, como lo puede ser el norte provincial, el padecimiento se hace periódico.
Los dichos vienen acompañados de hechos, por ejemplo el 2025 comenzó feo para los vecinos de Recoleta, con más de 95.000 hogares sin luz. Pero por tratarse de sectores acomodados otros territorios no pesan menos.
Se sabe que el foco principal está puesto en el AMBA, donde se concentra el 40% de la demanda eléctrica de todo el país y el momento crítico suele darse entre el mediodía y las cuatro de la tarde. Allí los afectados son tanto hogares, como industrias y comercios.
Estamos en la cuerda floja con respecto a quedarnos sin energía eléctrica, por responsabilidades de los sectores público y privado, en cualquier momento y lugar del país.
Impacto en el bolsillo
Funcionarios de Milei avanzan para incrementar tarifas durante 2025 y un nuevo esquema tarifario que reemplazaría al sistema de segmentación establecido durante la gestión de Alberto Fernández. Según fuentes oficiales, el modelo que entraría en vigencia el 1 de abril, plantea un esquema más simple, similar al del gobierno de Macri.
Hoy el 42% de los usuarios eléctricos están en la categoría N1 (ingresos altos sin subsidios), el 39% en N2 (ingresos bajos) y el 19% en N3 (ingresos medios). Con el nuevo esquema, una porción significativa de los usuarios N3 pasaría a la categoría sin subsidios. De esta manera unos 3.700.000 usuarios eléctricos podrían perder el beneficio estatal. «La idea es que el porcentaje de usuarios subsidiados sea dinámico y se ajuste a los índices de pobreza. Si la pobreza disminuye, también lo hará el universo de beneficiarios de subsidios», señalaron fuentes del sector.
Es estar muy errados creer que los problemas de generación o transporte eléctricos se resuelven solo con «tocar» las tarifas. Puede ser que así lo perciban expertos del Excel, pero con eso no alcanza.
Ahora bien, lo que sí hace esto es reabrir las dudas de cómo se construyen los índices para medir la pobreza. Otro tema fundamental para abordar en Argentina.
Desde buques turcos a “pilas gigantes”
El sistema se divide en generación, transporte y distribución. La generación es el más rentable porque no se trata de una tarifa regulada sino que el precio lo fija el mercado. Por su lado el transporte es el que, según los especialistas, explica los cortes de electricidad, más que la falta de generación. De acuerdo a esto, se estaría cerca del colapso ante una situación crítica de alta demanda debido fundamentalmente a la saturación de la capacidad de líneas de alta tensión y la falta de actualización parcial de las redes de distribución.
El objetivo nacional por estos días sería mitigar los cortes de luz durante las olas de calor, especialmente en el AMBA, y llevar adelante licitaciones para mejorar la infraestructura eléctrica. Esto es lo que trascendió.
Si el Plan Verano nunca fue, lo mismo pasó al caerse la contratación de buques turcos generadores de electricidad. Ahora están estudiando conseguir “pilas gigantes” para que no nos quedemos sin luz. Las mismas, de acuerdo a informes técnicos, consistirían en grandes baterías puestas en nodos críticos que almacenen energía y tenerlas disponibles en caso de fallas en la transmisión eléctrica, aunque se sepa que son carísimas y altamente contaminantes. Veremos si se concreta este otro intento.
Lo concreto es que los parches provisorios se están buscando afuera, mientras la solución estructural no está claro quién la dará.