La Ciudad de Buenos Aires reanudará a partir de agosto y en forma gradual la presencialidad total en las escuelas, tras la implementación de clases virtuales por la pandemia del coronavirus, en base a un esquema escalonado elaborado por el Gobierno porteño que será obligatorio y en el que los alumnos secundarios serán los primeros en volver a las aulas.
Así fue anunciado hoy en el polo educativo de Mataderos por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien detalló que el plan de regreso será en burbujas que abarcarán a la clase completa de alumnos y se aplicará en etapas entre el 4 y el 23 de agosto próximos, después del receso escolar por las vacaciones de invierno y las dos jornadas del 2 y el 3 para exámenes.
«En esta segunda mitad del año los chicos necesitan estar más tiempo en las aulas para fortalecer el aprendizaje y pasar de año con los conocimientos que necesitan», aseguró Rodríguez Larreta, quien precisó que «la presencialidad tiene que ser la regla, no la excepción» al reivindicar uno de los ejes de su gestión durante la pandemia en materia educativa.
Agregó que «la virtualidad, si bien es una gran herramienta, no reemplaza el trabajo en el aula, el contacto con el docente, en equipo y aprender con los compañeros. El año pasado el doble de chicos no logró alcanzar los conocimientos esperados con respecto a 2019» y señaló que «la presencialidad en el aula es imprescindible para la inclusión».
«Son unos 700 mil chicos que vuelven a su régimen habitual», celebró el alcalde porteño, quien apuntó que, de esta forma, «la asistencia a clases vuelve a ser obligatoria», excepto para aquellos que hayan acreditado tener factores de riesgo.
En las universidades, en tanto, desde el 17 de agosto, podrán optar por retomar gradualmente las clases teóricas presenciales, para lo que deberán asegurar un distanciamiento mínimo de 1,5 metros entre los estudiantes, ventilación y medidas de protección generales, como el uso de tapabocas, alcohol en gel, toma de temperatura y la implementación de un protocolo de aislamiento de casos sospechosos, entre otras medidas de cuidado.
Tal como ocurrió con otras actividades en esas casas de estudios ya autorizadas, los protocolos deberán ser elaborados por las universidades y una vez que el Ministerio de Salud porteño otorgue el aval sanitario, deben ser aprobados por el Gobierno nacional.