Ni River Plate ni Independiente lograron cumplir el objetivo de conseguir los tres puntos para subirse a la cima de la tabla de la Liga Profesional: igualaron 1-1 en el Monumental. Fabricio Bustos abrió el marcador en el primer tiempo, en el que la visita fue más. Braian Romero, de taco, conquistó la igualdad en el complemento, donde el local exhibió un resurgimiento.
El Rojo fue superior hasta la apertura del marcador ante un River una vez más diezmado por las lesiones y las bajas por las convocatorias a las Eliminatorias Sudamericanas (como ante Sarmiento, repitió la línea de fondo con el juvenil Peña, Enzo Pérez y Zuculini; todos mediocampistas). Con un Romero esencial a la hora de recuperar el balón, mucha presión, el pasaje permanente de los laterales, las líneas bien juntas y la dinámica de los hombres de ataque, le sacó la pelota al local y lastimó.
A los 28 minutos llegó el 1-0, a partir de una salida desde el fondo que derivó en Alan Velasco, quien enganchó hacia adentro y cambió de frente para el ingreso de Fabricio Bustos, quien definió por pericia para el 1-0.
A partir de ese momento, la visita se replegó un poco con el fin de usufructuar espacios. River, a partir de un par de incursiones de De la Cruz, se acercó a las inmediaciones de Sosa, pero no logró llegar a fondo.
Gallardo cambió una bisagra en el inicio del segundo tiempo y el plan le funcionó: incluyó a Benjamín Rollheiser por Palavecino, para ofrecerle mayor compañía a Romero. Y River Plate saltó al campo con otra vivacidad. Con pressing asfixiante, más participativos sus creativos, y Vigo casi como wing derecho, acosó a su adversario.
El primer gran aviso fue a los 12 minutos del complemento, cuando el lateral ex Colón desbordó por derecha y acertó a la entrada de Romero, que remató desviado. Y a los 20, el cambio de postura millonaria cosechó el empate. En una jugada colectiva que la Banda elaboró con paciencia, Carrascal cambió el ritmo, pisó el área, lanzó un tiro-buscapié que Braian Romero desvió con un taco poco ortodoxo para firmar el 1-1. Fue su sexto gol en 14 partidos en su nuevo club. Y lo gritó con ganas, a pesar de su pasado en Avellaneda.
River sostuvo la iniciativa ante un Independiente que entregó el control del juego para apostar a la contra. El dueño de casa llegó con asiduidad hasta tres cuartos de cancha, pero le costó hallar profundidad. El Rojo, en las réplicas, arrimó peligro, primero con un remate alto de Soñora, luego con un cabezazo de Togni, y al final con un centro atrás que Bologna rechazó con dificultad.
El Millonario también pudo haber desnivelado en el epílogo, con una acción que Enzo Pérez comenzó y terminó, pero con un remate que se fue alto. Así, Independiente quedó como escolta de los líderes Lanús y Talleres, con 19 puntos, mientras que la Banda aparece apenas un escalón abajo, con 18.