Con duras críticas contra el gobierno nacional y un funesto pronóstico a futuro, los industriales celebraron su día a principios de semana. En este marco, el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, aseguró que la producción manufacturera fue una de las grandes perdedoras del modelo nacional y que se tardará más 10 años en recuperar la actividad.
Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) respaldó con números el complicado escenario que enfrenta la industria nacional. Según el Índice de Producción Industrial Manufacturero (Ipim), la actividad acumuló una contracción de 8,4% en los primeros siete meses del año respecto del mismo período de 2018.
Además, se retrajo 1,9% interanual en julio, principalmente por el desplome del rubro Automotores y otros equipos de transporte (-25,2%). Le siguió Minerales no metálicos y metálicas básicas (-4,5%), Textiles, prendas de vestir, cuero y calzado (-3,9%) y Productos de metal, maquinaria y equipo (-3,7%). Por el contrario, se mostraron en alza Otros equipos, aparatos e instrumentos (8,9%) y Alimentos, bebidas y tabaco (4,2%).
No obstante, la variación desestacionalizada intermensual que mide el Indec cerró en positivo. Según el organismo de estadística, el Ipim avanzó 3% en julio respecto de junio, lo cual podría sugerir una desaceleración de la caída. Sin embargo, las cifras de agosto no podrán escaparle a la megadevaluación que sufrió el peso el 12 de agosto, tras las elecciones primarias.
La actividad de la construcción tampoco mostró mejoras sustanciales. De acuerdo con los Indicadores de Coyuntura de la Actividad de la Construcción (Isac), la actividad acumuló una retracción de 8,3% en los primeros siete meses del año, respecto del mismo lapso de 2018. En julio, en tanto, el indicador sintético de la actividad de la construcción mostró una caída de 1,7% respecto a igual mes del año pasado. No obstante, al igual que sucedió con la industria, la serie desestacionalizada mensual registró una suba de 3,3%.
El otro dato negativo de relevancia que publicó el organismo estadístico es la caída de los puestos de trabajo. Según el documento, que tiene en cuenta a los trabajadores que realizan aportes y contribuciones al sistema jubilatorio, el empleo formal cayó 1,6% entre junio y julio. Esto implica que 7.174 argentinos perdieron su trabajo en blanco. En tanto, en comparación a junio del año pasado, cuando el sector registraba 445.863 trabajadores formales, la pérdida de empleos fue de 3%. Esto quiere decir que, en los últimos doce meses, se perdieron alrededor de 13.000 empleos.