La Bolsa de Cereales de Córdoba aseguró ayer que la campaña de maíz 2019/20 se enmarca en un contexto de “gran incertidumbre” derivado del “nivel actual de precios, el cambio de gobierno a mediados del próximo mes, y los consecuentes vaivenes económicos”. Frente a esa lectura, la entidad bursátil reveló que planificar el futuro inmediato “requiere proyectar distintos escenarios posibles para evaluar el resultado económico”.
A través de un estudio, la Bolsa advirtió que “un incremento en los derechos de exportación o la implementación de cupos a los niveles previos de diciembre de 2015, conducirían la rentabilidad del maíz a terreno negativo en casi toda la provincia de Córdoba”. “El nivel actual de precios y las perspectivas para la próxima campaña limitan la capacidad de gravar la producción agrícola sin que la misma incurra en un proceso de descapitalización”, agregó.
“Ante el contexto actual de incertidumbre local, potenciado por el cambio de gobierno a mediados del próximo mes y los consecuentes vaivenes económicos, la rentabilidad de la producción agrícola podría experimentar grandes variaciones en los próximos meses de acuerdo con las medidas que se tomen y sus respectivos impactos”, explicó la Bolsa, que determinó tres escenarios de rentabilidad económica que tendría el cultivo de maíz, dependiendo las políticas de comercio exterior que decida implementar el próximo gobierno nacional.
En el primer caso, consideró que “el mejor escenario planteado contempla el esquema actual de retenciones de $4 por USD exportado y sin la implementación de cuotas arancelarias (cupos) a las exportaciones. Esta sería la situación más optimista para el cultivo, especialmente para el maíz temprano, que terminaría con un resultado económico de USD 129 por hectárea, un 127% superior al obtenido en la última campaña”. En un segundo escenario, se contemplaron retenciones del 20% para el maíz y del 35% para la soja, pero sin aplicar cupos de exportación.
La consecuencia más visible sería una reducción del margen bruto a USD 361 por hectárea. El tercer y último escenario sería el más pesimista. Implica retenciones del 20% para el maíz y del 35% para la soja, con la incorporación de cupos a la exportación que provocarían una disminución aún mayor en el precio disponible a cosecha. Bajo una situación como la planteada, el cultivo del maíz sería económicamente inviable, evaluó la Bolsa de Cereales.