La industria frigorífica volverá a exportar los denominados “cortes preferidos frescos, enfriados o congelados” que estaban vedados para su despacho al exterior por el Decreto 911/2021, que prohibía los embarques de los cortes parrilleros, un cambio que, según señalan desde el sector exportador, no impactaría en los precios internos.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) habilitó “a partir del 1 de enero de 2024, la exportación de cortes bovinos frescos y de los denominados cortes preferidos frescos, enfriados o congelados”, al finalizarse la vigencia de la normativa adoptada por el gobierno de Alberto Fernández, según un comunicado del organismo.
Dicho decreto prohibía la exportación de “reses enteras; medias reses; cuarto delantero con hueso; cuarto trasero con hueso; medias reses incompletas con hueso; y cuartos delanteros incompletos con hueso”. También vedaba los despachos de los denominados 7 “cortes parrilleros” o “populares”, como el asado con o sin hueso; falda; matambre; tapa de asado; nalga; paleta; y vacío”.
“Aún con la vigencia de esos cortes prohibidos, cuando hubo que ajustar los precios en diciembre porque la economía había ajustado los precios, la carne subió. Esto pone en evidencia que esa normativa no sirvió para nada”, manifestó ayer el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), Daniel Urcía.
Indicó que la reglamentación “perjudicaba” al sector exportador provocando “incumplimientos de contrato” y, en cuanto a los consumidores, “no tuvo efectos en cuanto a los precios”. “Hay 400 mataderos frigoríficos en todo el país y sólo 50 pueden exportar. Los otros 350 sólo venden en el mercado interno. La tracción que podría tener sobre todo el resto no es tal porque el mercado doméstico tiene su propia fuerza”, explicó.
El representante de Fifra ejemplificó con el comportamiento que tuvo el precio de la carne durante el mes pasado. “Hubo una suba muy grande a partir del 10 de diciembre de la hacienda y luego un retroceso porque los consumidores no lo convalidaron”, indicó. En ese sentido, estimó que “esta semana ya habrá precios nuevos y en supermercados y carnicerías con rebajas en el orden del 30%”.
El precio de la carne “no está de acuerdo al poder adquisitivo” de los consumidores y si se adecuase al valor internacional, el kilo se situaría por “arriba de $ 20.000”, afirmó a su tiempo Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la ciudad de Buenos Aires. “La suba ha sido muy importante, las carnicerías están vacías, de hecho el fin de año fue un desastre porque no hubo ventas y el precio que tiene la carne no está de acuerdo con el poder adquisitivo de la gente que la consume”, manifestó.