“Nuestro corazón esta noche está en Belén”, afirmó el domingo el papa Francisco, en momentos en que la ciudad de Cisjordania donde nació Jesús, según la tradición cristiana, celebraba una Nochebuena ensombrecida por la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
“Nuestro corazón esta noche está en Belén, donde el Príncipe de la Paz sigue siendo rechazado por la lógica perdedora de la guerra, con el rugir de las armas que también hoy le impiden encontrar una posada en el mundo”, expresó durante la misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro, del Vaticano.
Belén amaneció el domingo sin las clásicas decoraciones navideñas, en solidaridad con las víctimas del conflicto en Medio Oriente. Este año, las tradicionales luces y el árbol de Navidad que habitualmente decoraban la plaza de la Natividad no fueron colocados, ni hubo los desfiles ni las multitudes de turistas y fieles que van cada año a esa ciudad de Cisjordania.
Francisco aseguró que Jesús “no combate las injusticias desde lo alto con la fuerza, sino desde abajo con el amor; no irrumpe con un poder sin límites, sino que desciende a nuestros límites”, declaró el papa, que habló en italiano con una traducción oficial proporcionada en siete idiomas. La homilía del Papa no mencionó explícitamente a Israel ni a Gaza, pero el pontífice recordó en su rezo del Ángelus al mediodía a los “hermanos y hermanas que sufren la guerra”. “Pensemos en Palestina, en Israel y en Ucrania”, declaró.