La carrera en la que están embarcados los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, para posicionarse rumbo a las PASO del 13 de agosto tendrá este domingo un capítulo relevante con los comicios para elegir intendente de la ciudad.
Allí lucen con posibilidades Rodrigo de Loredo, de JxC, y Daniel Passerini, de Hacemos Unidos por Córdoba, el nombre con el que se presenta el schiarettismo, que viene de ganar la gobernación con Martín Llaryora.
De Loredo insistió en ‘provincializar’ los comicios para la intendencia y pretende que ni Bullrich ni Larreta se atribuyan su potencial triunfo, pero será difícil que los postulantes a la Presidencia no visiten la capital cordobesa si la victoria sonríe a JxC, sobre todo por el antecedente que significó la derrota sufrida por Luis Juez.
Tras ese episodio, JxC necesita mostrar al menos una victoria en la provincia de Córdoba, aunque sea en la capital, para así sostener la tradición política que le asigna al distrito mediterráneo la condición de ‘bastión’ del macrismo.
En 2015, vale recordarlo, Córdoba contribuyó con un resultado contundente para que el propio Mauricio Macri terminara ganando las presidenciales.
Mientras tanto, el sector de Patricia Bullrich apuntala su campaña en el conurbano bonaerense e intenta pescar en los votos que en los últimos meses -según la mayoría de las encuestas- viene perdiendo el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei.
Bullrich también está fuerte en intención de voto en lo que se llama ‘la ruralidad’, los pueblos agropecuarios de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Larreta, en tanto, apuesta a un armado más federal, ‘anti-grieta’, y muestra como resultados de esta estrategia los números electorales que cosecharon los candidatos del alcalde porteño en distintas provincias.
Larreta apostó a los ganadores de las gobernaciones de San Luis (Claudio Poggi) y de San Juan (Marcelo Orrego), mientras que también se anotó un triunfo en la PASO santafesina con Maximiliano Pullaro y en Chaco, con Leandro Zdero.
El larretismo buscará sumar a esa racha ganadora un potencial triunfo en Chubut, donde el 30 de julio se vota para gobernador e Ignacio Torres, su candidato, cuenta con buenas chances, en una provincia cuyo régimen electoral provincial que incluye la realización de PASO.
Larreta y Morales creen que en política aún es importante el armado territorial, en cada municipio y provincia, y de hecho Larreta viene trabajando políticamente intendencia por intendencia desde 2019, cuando Alberto Fernández llegó al poder.
Mauricio Macri, en tanto, quedó golpeado por la derrota que sufrió la senadora Carolina Losada en la provincia de Santa Fe, quizás la candidata del ‘bullrichismo’ a quien el expresidente dedicó más tiempo para tratar de apuntalar.
Es probable que Macri, tras su regreso al país (suele viajar seguido a Europa para cumplir sus funciones como directivo de la FIFA), acompañe a su primo Jorge en el acto de cierre que el postulante a la sucesión de Larreta hará días antes de las PASO.
En ese acto también estarán presentes -al menos este es el plan- tanto Horacio Rodríguez Larreta como Patricia Bullrich, además de otros referentes del partido, como María Eugenia Vidal.
A diferencia de la provincia de Buenos Aires, donde tanto Bullrich como Larreta tienen cada uno su postulante a la gobernación (Néstor Grindetti y Diego Santilli, respectivamente), Jorge Macri es el candidato único del PRO en la Ciudad, y enfrentará en las PASO de JxC al dirigente radical y senador nacional por CABA Martín Lousteau.
Jorge Macri también aparecerá en los próximos días con varias visitas por el predio de La Rural del barrio de Palermo, con un objetivo claro: ir por el voto ‘chacarero’ y además recordarle al campo que su rival, Lousteau, fue el impulsor de la famosa resolución 125, que generó el conflicto entre el Gobierno de Cristina Kirchner y el sector agropecuario, allá por 2008.
Por último, en filas larretistas no dan por muerta aún la posibilidad de llegar a un acuerdo con Juan Schiaretti rumbo a las presidenciales.
Para Larreta, sería bueno sellar ese acuerdo lo antes posible, aunque sean sus propios socios del PRO quienes lo vienen bloqueando.
Sin embargo, cerca del alcalde porteño insisten en que esos 4 o 5 puntos que puede aportar en el caudal general el peronismo no kirchnerista de Córdoba pueden ser claves a la hora de inclinar la balanza, tanto en primera vuelta como en el balotaje.