Un equipo de médicos investigadores ha conseguido crear mini riñones, a partir de células madre pluripotentes humanas, así como dotarlos de riego sanguíneo, que sean similares al de un embrión de seis meses. El procedimiento de creación duró sólo 20 días y servirá para investigar enfermedades.
El avance, que se publicó hace unos días en la revista Nature Materials, supone un “salto cualitativo” en el desarrollo de tejidos para probar fármacos y, en un futuro, poder hacer trasplantes de tejidos, según explicó la directora de esta investigación, del español Instituto de Bioingeniería de Cataluña (Ibec), Núria Montserrat.
Los nuevos mini riñones creados por el Ibec, con la colaboración de, entre otros, el Salk Institute for Biological Studies (Eu), están completamente formados por células humanas. “Este organoide, además, lo hemos conseguido cultivar en un biomaterial, un hidrogel, que simula la dureza del ambiente embrionario, la placenta o el huevo, y, con la membrana de un embrión de pollo, hemos logrado que se vascularice, que tenga riego sanguíneo e incluso que crezca”, detalló Montserrat.
La importancia del avance radica en que ahora los investigadores podrán estudiar cómo evoluciona este organoide en el laboratorio si se le somete a las condiciones, por ejemplo, de un diabético o de otras enfermedades, o ver cómo le afectan determinados fármacos. Para estas investigaciones, también es muy importante, según Núria Montserrat, haber logrado reducir a tan solo 20 días el proceso para crear estos mini riñones, que cada vez se parecen más al órgano neonatal, con lo que están “más cerca de un tejido que pueda ser trasplantado, aunque aún lejos de poder trasplantar un riñón creado artificialmente”.
Montserrat destacó que el riñón “es un órgano muy complejo, está implicado en muchas enfermedades primarias y afectado por otras secundarias” y con este nuevo avance pueden ver “cómo se forman los vasos sanguíneos en el riñón, cómo irrigan, cómo actúan y crecen las nefronas”. Según el científico, “cuesta mucho crear artificialmente tejidos que se parezcan a los de seis meses de gestación, y más hacerlo en un proceso corto de 20 días y con un nivel cualitativo que nos permite trabajar con él en vivo”.
Los investigadores del Ibec ya comenzaron a comparar las células del mini riñón con el comportamiento de las de pacientes en condiciones de estrés o de diabetes, con la intención de acercarse a la producción de células. Según Montserrat, este avance en el campo de la regeneración renal abre la puerta a nuevos progresos para aplicaciones en medicina personalizada y para desarrollar biomateriales con capacidad instructiva.