El tenista argentino Diego Schwartzman (15º ranking ATP) no pudo lograr su segundo título del año al perder ayer frente al austríaco Dominic Thiem (5º) en la final del ATP 500 de Viena. Schwartzman cayó ante Thiem por 3-6, 6-4 y 6-3 y esta derrota le impidió lograr la segunda consagración en el año tras la que obtuvo en Los Cabos, México.
El encuentro duró dos horas 25 minutos y en los primeros cinco juegos el Peque estuvo arriba 3-2, tuvo el saque y logró mantener su servicio y con un nuevo quiebre se llevó el parcial inicial por 6-3. Luego Thiem levantó su nivel en el segundo parcial durante el cual consiguió quebrar a Schwartzman en el noveno game y cerró el set con su saque ganando por 6-4.
En el tercer set, el tenista austríaco extendió su buen momento en el arranque cuando quebró de entrada al argentino y en el noveno juego volvió a quedarse con el servicio de Schwartzman para quedarse con la victoria. El que disputaron este domingo fue el quinto triunfo en siete enfrentamientos entre ambos para Thiem, quien en Viena llegó al quinto título en el año y el 16° en su carrera.
Un trámite en su tierra
Roger Federer (3º) le ganó a Alex de Miñaur (28º) por 6-2 y 6-2 y conquistó por décima vez el ATP 500 de Basilea, donde acumula ya 24 victorias consecutivas desde 2014. Su Majestad no le dio chance en ningún momento al australiano, que venía de ganar sus tres finales disputadas en el año.
El suizo alcanzó su título 103 y sigue cortando camino al récord absoluto de Jimmy Connors de 109 consagraciones. Además, llegó por segunda vez a 10 trofeos en un mismo evento (Halle) y se estableció como el primer jugador en hacerlo en torneos de distinta superficie, ya que Rafael Nadal lo logró por triplicado pero en certámenes, todos, sobre arcilla.
Federer dio clase en sus cuatro victorias de la semana en Basilea, lugar donde el ex número uno del mundo nació, y por primera vez en su carrera conquistó el torneo sin ceder sets. Cuarto son los títulos del año que obtuvo Roger (Dubai, Miami y Halle, los anteriores), y buscará seguir afinando su mejor ritmo en el Masters 1000 de París para llegar en óptimas condiciones a Londres.
