La Provincia augura un año complicado en lo que hace a sus finanzas, aunque confía en la solvencia de sus cuentas, pese al contexto nacional adverso. El pronóstico pertenece al ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, quien asegura que el sector público en argentino general requiere una reorganización urgente.
“El 2023 va a ser un año complicado, seguro. Pero no sabemos cuánto”, dijo el ministro. Y añadió: “No obstante, confiamos en que Córdoba tiene solvencia suficiente como para no descarrilar aún en un contexto tan adverso”.
Giordano plantea la necesidad de reorganizar el Estado en todos sus niveles. “Si uno mira el sector público de forma federal, Nación, provincias y municipios, uno lo que encuentra es que está intrínsecamente organizado para gastar por encima de sus ingresos y gastar más; está mal organizado para tener déficit”, aseguró en diálogo con el Puntal.
Para el ministro del gobernador Juan Schiaretti, el problema principal del país “no es la inexistencia de políticas de Estado, sino que las mismas existen pero son las equivocadas”. Al respecto, aseguró que las políticas de Estado durante décadas “sostuvieron el desorden del sector público y, de este modo, la solución a los problemas no pasa por el ajuste fiscal sino por el ordenamiento del Estado”.
“Está claro que el déficit y la mala administración son políticas de Estado”, afirmó. Y agregó: “No hay un Estado, (sino que) hay tres que gastan de forma superpuesta y hasta que no arreglemos esto seguiremos teniendo déficit y repitiendo la historia”, agregó.
Junto con Carlos Seggiaro y Jorge Colina, Giordano presentó un libro titulado “Una vacuna contra la decadencia”, en el que se plantean propuestas concretas para darle un rumbo a la Argentina. Según el ministro Giordano, la transformación del sector público “es una necesidad transversal a las ideologías, ya que un Estado ineficiente e insolvente lleva a que los gobiernos se transformen en una usina de promesas y excusas”.
Lo que propone es cambiar el paradigma para lograr un desarrollo que sea sostenible. “Asumamos que la decadencia tiene muchos años y que este proceso de involución está muy ligado al mal funcionamiento del Estado. La vacuna es ordenar el Estado y en base a eso ser financieramente sostenible. No hay ninguna chance de que salgamos de la decadencia si no mejoramos su funcionamiento”.