El ataque ocurrió poco después del horario de inicio de las clases en la escuela rural Raúl Brasil , de Suzano, municipio al este de la región metropolitana de la ciudad de San Pablo. Cinco de las víctimas fatales son alumnos, otra es un empleado de este colegio secundario que alberga a unos mil estudiantes y un centenar de trabajadores adultos. Los primeros informes apuntaron que también hay varias personas heridas, ya trasladadas a hospitales cercanos.
El establecimiento, ubicado en el centro de la localidad, fue aislado por la policía y de inmediato acudieron al lugar varias ambulancias y camiones de bomberos. Desesperados al conocer la noticia, numerosos padres de alumnos del colegio comenzaron a llegar al sitio.
La policía indicó que hasta ahora no se sabe cuál fue la motivación del ataque.
La comerciante Jozielma Soares dos Santos, que trabaja en un taller cercano al colegio, relató el pánico que se apoderó del barrio durante el tiroteo. «Desde acá se escuchaban los tiros. De repente empezó a salir mucha gente de la escuela. Los chicos salían corriendo, llorando mucho, gritando. Una chica entró al taller desesperada, me pidió prestado el celular para llamar a su mamá, pero la llamada no entraba. Fue una escena horrible», contó a la prensa.
Aunque este tipo de tiroteos en escuelas ya se han vuelto muy comunes en Estados Unidos, en Brasil han ocurrido pocos casos, el más grave de ellos se registró en 2011 en un colegio de Realengo, barrio de Río de Janeiro, donde un exalumno mató a 12 estudiantes y luego se quitó su vida. El episodio de hoy es el primero que ocurre durante la presidencia de Jair Bolsonaro, quien es un gran impulsor de la liberalización de armas.