SIDNEY.- El cardenal australiano George Pell fue condenado ayer a seis años de prisión por cinco delitos de pederastia contra dos menores, en hechos ocurridos hace más de 20 años. La condena a Pell coincide con el inicio del séptimo año del papa Francisco al frente de la Iglesia católica.
El juez Peter Kidd del Tribunal del estado de Victoria precisó que Pell deberá cumplir tres años y ocho meses de la condena antes de pedir libertad condicional, lo que podría hacer a partir de octubre de 2022. Pell fue detenido el 27 de febrero de este año a la espera de conocer su sentencia, tras ser condenado por un jurado por abusar sexualmente de dos niños de 13 años del coro de la catedral de St Patricks. La condena consideró como agravante la posición de poder social y eclesiástica en la que Pell se encontraba, dado que el religioso se sirvió de ellas para garantizar el silencio de las víctimas. “En mi opinión, todo lo delictivo ocurrido en ambos episodios se vuelve significativamente más serio por las circunstancias contextuales o que los rodeaban, es decir, del quiebre de confianza y el abuso de poder”, observó el juez, quien añadió que “esto incrementa la gravedad de los delitos”.
El juez Kidd remarcó en la sentencia que el abuso contra los dos niños del coro supusieron “un ataque sexual descarado y forzado contra las víctimas”. “Los actos fueron sexualmente gráficos, ambas víctimas estaban visiblemente y audiblemente angustiadas durante la ofensa”, precisó el juez, al insistir en que Pell era consciente de sus actos e incluso no reaccionó cuando uno de los niños le pidió que los dejara ir. El fiscal Mark Gibson había solicitado que la sentencia fuera significativa dado que los delitos habían sido “humillantes y degradantes hacia cada una de las víctimas”. Durante el proceso, el denunciante contó que él y un compañero, ambos de 13 años, se habían escapado del grupo de coro mientras salían de la iglesia y se metieron, a escondidas, en la sacristía. Allí encontraron vino de misa y comenzaron a tomarlo, hasta que Pell ingresó en el lugar y cometió los abusos.
Tras leer la sentencia, el juez aseguró que tomó en consideración tanto la gravedad de los delitos como la edad y salud de Pell, y le pidió al cardenal que firmase el registro de agresores sexuales, en donde permanecerá “de por vida”. La defensa de Pell ya apeló la sentencia, mediante un recurso que se abordará en junio para decidir si se procede o no.