Con emociones contrastadas, ansiedad y un movimiento que no se observaba hace prácticamente un año, el primer grupo de alumnos de las escuelas de la provincia comenzó ayer el ciclo lectivo 2021 de manera presencial.
La especial atención en la aplicación de los protocolos sanitarios, las condiciones de salubridad, y la organización de la modalidad mixta, además del estado de las escuelas, fueron los puntos más observados durante el primer día de clases para alrededor de 800.000 alumnos que integran la burbuja A”, la que tendrá clases en los establecimientos durante toda esta semana. Con matices, la escena se repetirá la semana que viene, con la puesta en marcha de la burbuja B”.
Ya con el ciclo en marcha, las diferencias se hicieron notar entre las autoridades del Ministerio de Educación y la conducción de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (Uepc), sobre todo en cuanto al estado edilicio de las escuelas.
Delia Provinciali, secretaria de Educación provincial, señaló que el 90% de las escuelas tuvo actividad presencial. Cada directivo, en función de su realidad, organizó las burbujas y estableció con las familias los acuerdos sobre cómo trabajar”, destacó la funcionaria, que remarcó el valor central de la escuela como una potencia fundamental para restituir acuerdos”. Además, aclaró que en los 41 establecimientos donde hubo problemas, la actividad volverá lo más rápido posible.
En cambio, la Uepc emitió un duro comunicado en el que señaló que las fallas y carencias estatales amenazan la presencialidad”. Incluso, señaló que en la mayoría de las escuelas faltan elementos de limpieza y cuidado sanitario” y que las partidas enviadas por el Gobierno son escasas”. Algunas directoras, incluso, están comprando de su propio bolsillo alcohol en gel para sus compañeras”, denunciaron. En ese sentido, docentes del colegio Francisco Pablo de Mauro no comenzaron con el dictado de clases y realizaron una asamblea en el ingreso al establecimiento para denunciar la falta de condiciones edilicias y de higiene.