La sentencia en el juicio por jurados que se le sigue a Marcelo Macarrón por el crimen de su esposa Nora Dalmasso, cometido en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, podría conocerse en la primera quincena de julio debido a la reducción al 25% de la lista de testigos citados a declarar y a una selectiva incorporación de otras pruebas documentales y científicas.
La semana pasada se concretó lo que ya se venía estimando con la renuncia de citar a 186 testigos a declarar ante el jurado popular y el tribunal técnico riocuartense, 84 de los cuales habían sido propuestos por el fiscal acusador, Julio Rivero; y 82 por la defensa del viudo.
Desde que comenzó el juicio, el 14 de marzo último, declararon 71 testigos que representan un poco menos del 25% de los más de 300 previstos; en tanto otro 20% se incorporarán por lectura.
Por su parte, el juez Daniel Vaudagna, uno de los integrantes del tribunal de la Cámara Criminal y Correccional de 1° Nominación de Rio Cuarto, dijo la semana pasada a la prensa que se resolvió «diferir para la etapa procesal que corresponda el tratamiento y decisión sobre las renuncias solicitadas», y que no se espera que haya objeción al respecto.
Respecto a los 71 testigos que declararon, fueron aislados los que incomodaron al acusado porque, según la defensa, realizaron manifestaciones sin sustento jurídico ni valor probatorio.
Entre esos testimonios estuvo el de Carmen Pelleritti, amiga de Nora, quien declaró que para encontrar al asesino se tendría que haber buscado a «quién se benefició con el crimen» y señaló que «posiblemente Macarrón» lo hizo «para no compartir el cincuenta por ciento de los bienes» en un eventual divorcio.
A su vez, el martes pasado declaró Miguel Ángel Rosales, compañero de trabajo de Nora en el Banco de Córdoba y dijo que «cada paso que se ha dado en la investigación fue para encubrir» y que «todos han encubierto», tanto la «policía y el círculo íntimo».
El testigo consideró que «el juicio es un circo» y que el acusado es «culpable desde el mismo día» en que ocurrió el crimen.
Más pruebas en la causa:
Otra cuestión debatida en el juicio fueron las conclusiones científicas de los médicos forenses y en el caso de los peritos Mario Subirach y Mario Vignolo, ambos sostuvieron en que hubo un acto sexual consentido justo antes del homicidio y que no fue un asesinato premeditado, descartando así la hipótesis de un sicario contratado por un instigador.
Sin embargo, otro médico forense, Ricardo Cacciaguerra, afirmó que «no hubo consentimiento» y que la víctima fue «sometida en estado de inconsciencia».
Por otro lado, se espera que en los próximos días el tribunal de juicio cuente con los informes sobre la salud psíquica y física de Alicia Cid, la presunta examante de Macarrón y cuyo testimonio es aguardado con interés por las partes.
En ese sentido, el psiquiatra Manuel Rocha, quien atendía a Cid, había manifestado en el juicio que la mujer «no está en condiciones de declarar» aun.