En general, los neumáticos de un vehículo suelen necesitar ser reemplazados aproximadamente cada 50.000 kilómetros. No obstante, en ocasiones, especialmente cuando se adquieren llantas en línea, surgen interrogantes acerca de las especificaciones y dimensiones.
La habilidad para interpretar los números y letras que aparecen en los neumáticos es crucial para prevenir accidentes en carretera.
Para una comprensión más detallada de estos números, consideremos un ejemplo con un neumático marcado como 215/60 R16. El número «215» corresponde al ancho de la llanta en milímetros.
Por otro lado, el «60» indica la relación entre el ancho y la altura, conocida comúnmente como el perfil de la llanta.
La letra «R» denota la estructura radial de la llanta, mientras que si se encontrara la letra «B», significaría que la estructura es diagonal. Por último, el número «16» representa el diámetro exterior de la llanta en pulgadas.
Dentro del mundo de la comprensión de las especificaciones de los neumáticos, también se incluyen otros valores como el índice de carga y la velocidad máxima.
Por ejemplo, consideremos la marca «94V». El índice de carga es un código que indica la carga máxima que una sola llanta puede soportar en kilogramos, en este caso, sería de 94 kg. Por otro lado, el índice de velocidad representa la velocidad máxima que una llanta puede soportar al estar cargada al máximo. En el ejemplo, «94V» indica que cada llanta puede soportar velocidades de hasta 240 kilómetros por hora.
Cuando se trata de neumáticos de invierno, diseñados para ofrecer mayor seguridad en condiciones de bajas temperaturas y climas adversos, existen dos marcadores especiales que es importante reconocer.
El primero es «M+S,» que indica que la llanta es apta para su uso en condiciones invernales. El segundo es «3PMSF,» que denota que la llanta está aún más preparada para condiciones invernales en comparación con un neumático convencional.