El jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, salió ayer a contrarrestar en la televisión nacional el creciente alineamiento de las fuerzas de centroderecha de cara a las elecciones generales del próximo 28 de abril, que ponen en serio riesgo sus posibilidades de permanencia en el Ejecutivo del país.
Por unanimidad, la junta ejecutiva de Ciudadanos aprobó ayer el mandato de no pactar con Sánchez ni con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) luego de las elecciones. El secretario general del partido, José Manuel Villegas, justificó el posicionamiento en el diálogo encarado por Sánchez con los líderes independentistas catalanes, algo que calificó como uno de los hechos “más graves” de España.
“Los demócratas nos tenemos que respetar y tenemos que reconocernos”, respondió por la noche el jefe de Gobierno en la TVE, donde criticó la “visión excluyente del sistema democrático” que a su juicio implica el anuncio de Ciudadanos. Sánchez aseguró que estas elecciones “tienen que servir para unir a los españoles (…): El 28-A tenemos que sacar a la política de la crispación y el insulto”, insistió.