El objetivo es reducir los crecientes aumentos de los combustibles mediante el incremento de la oferta.
La iniciativa se toma en conjunto con otros grandes consumidores de energía “como China, India, Japón, la República de Corea y el Reino Unido”, según informó la Casa Blanca.
Los intentos del gobierno de EE.UU. de coordinar esta medida con otros países, como Arabia Saudita, no habrían funcionado hasta ahora.