Autoridades brasileñas se reunieron ayer en Brasilia para conmemorar el segundo aniversario del presunto intento de golpe de Estado por parte de seguidores del ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva estuvo acompañado por el vicepresidente del Tribunal Supremo, Luiz Edson Fachin, en una ceremonia en el palacio presidencial, uno de los edificios que los partidarios de Bolsonaro destrozaron en 2023 en un intento de provocar una intervención militar que expulsara al líder izquierdista del cargo.
“Estamos aquí no para lamentar, sino para no olvidar. Estamos aquí para celebrar y fortalecer la democracia y entregar al pueblo brasileño su patrimonio completamente restaurado”, dijo la primera dama de Brasil, Rosângela da Silva, conocida como Janja, al inaugurar la ceremonia en el Palacio Presidencial.
El 8 de enero de 2023, miles de alborotadores pro-Bolsonaro superaron las barricadas alrededor del palacio presidencial, el Congreso y el Tribunal Supremo, subieron a los techos, rompieron ventanas, orinaron sobre obras de arte valiosas y dañaron obras brasileñas históricas. Invadieron edificios gubernamentales y pidieron una intervención militar para remover a Lula del cargo.
Las obras de arte han sido restauradas, en colaboración con las autoridades suizas, y están siendo reintroducidas al público, dijo la presidencia de Brasil. Lula había invitado al presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, y al presidente de la cámara baja, Arthur Lira, pero ninguno participó en la ceremonia.
El aniversario se llevó a cabo en medio de varios casos legales dirigidos contra Bolsonaro, quien perdió por poco frente a Lula en las elecciones de 2022, luego cuestionó la legitimidad de los resultados y se negó a conceder. La Policía Federal ha acusado formalmente a Bolsonaro y a 36 personas más, incluidos altos oficiales militares, de intentar un golpe de Estado. La acusación está sellada, pero las autoridades habían estado investigando si incitó el levantamiento del 8 de enero.
El ex líder es un admirador declarado del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el disturbio en Brasilia ofreció un eco de la insurrección del Capitolio en Washington en enero de 2021. Expertos legales creen que Bolsonaro podría ser acusado y enfrentar juicio en la segunda mitad de 2025 en el Tribunal Supremo por acusaciones de falsificar su estado de vacunación contra el Covid-19. Los analistas también dicen que hay una posibilidad razonable de que sea juzgado antes de 2026 por acusaciones de que malversó joyas obsequiadas por autoridades saudíes.