Ante una multitud que se refugiaba con paraguas y como podía de una ligera pero persistente lluvia que batió la plaza de San Pedro, el papa Francisco dijo ayer al concluir el rezo del Angelus que “la comunidad internacional lucha porque sea respetado el derecho humanitario”.
Francisco volvió a plantear que frente a las guerras que continúan, se debe decir “basta sobre todo a los ataques de los hospitales, las escuelas, los lugares de trabajo. ¡La guerra es siempre una derrota!”. El pontífice argentino afirmó que “este año jubilar iniciado hace poco” nos “solicita a ser mensajeros de esperanza con simples pero concretos sí a la vida”.
“Hagámoslo todos! ¡Esta es la vía de la salvación!”. El Papa concluyó exhortando a los católicos a que “María, la estrella que guía a Jesús, nos guíe a ser para todos testigos luminosos del amor al Padre”.
Ayer se abrió la quinta y última Puerta Santa en la Basílica Pontificia de San Pablo Extramuros, donde descansan los restos del apóstol. La ceremonia fue presidida por el cardenal norteamericano James Michel Havey, que es el archiprete de la Basílica.
En un año jubilar en el que se estima que arribarán 32.000.000 de peregrinos a San Pablo Extramuros, se suman las ya abiertas Puertas Santas en las basílicas pontificias de San Pedro al Vaticano, San Juan en Letrán y Santa María la Mayor. Por disposición del Papa fue abierta también una Puerta Santa en la cárcel romana de Rebibbia.