La cantidad de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes a Turquía y Siria supera las 11.200 personas y los heridos ascienden a 55.000, según el nuevo balance difundido hoy, mientras los equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes en medio del frío y la devastación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien visitó la ciudad de Kahramanmaras, epicentro del sismo, anunció que el número de víctimas fatales en su país alcanzó las 8.574 personas, mientras que en Siria 2.662 cuerpos fueron recuperados de los escombros.
Durante la recorrida, Erdogan anunció que cada familia damnificada por los terremotos registrados «recibirá 10.000 liras turcas (cerca de 500 euros)» y confirmó que se lanzarán «operaciones masivas de vivienda» en las diez provincias afectadas, consignó la agencia de noticias DPA.
Según el presidente turco, 50.000 personas resultaron heridas, en tanto que los socorristas y las autoridades sirias mencionaron 5.000 heridos, de acuerdo a lo informado por la agencia de noticias AFP.
«Hemos tenido dificultades al principio con los aeropuertos y en las carreteras, pero hoy estamos mejor y mañana estaremos mejor», afirmó el jefe del Estado turco, ante las críticas y el enojo por la lentitud de la ayuda suministrada a los damnificados.
El papa Francisco instó a la comunidad internacional a auxiliar a los afectados por el devastador sismo: «Agradezco a quienes se están esforzando para llevar ayuda y ánimo a todos a la solidaridad con estos territorios, en parte ya martirizados por una larga guerra», declaró durante la Audiencia General que encabezó esta mañana en el Vaticano.
Los socorristas luchan contra el reloj para encontrar personas con vida tras el terremoto de magnitud 7,8 del lunes a las 4.17 (23.17 del domingo en Argentina), con epicentro en el sureste de Turquía.
Por su parte, el ministro de Interior de Turquía advirtió que las próximas 48 horas iban a ser «cruciales» para encontrar sobrevivientes del sismo, el peor vivido en el país desde 1999, que llevó a Ankara a decretar siete días de luto nacional.
Ayer, en la localidad siria de Jindires, los socorristas pudieron rescatar a una niña recién nacida entre los escombros del inmueble, que aún permanecía unida por el cordón umbilical a su madre, fallecida como el resto de miembros de la familia.
Sin embargo, el rescate llegó tarde para Irmak, una adolescente de 15 años. En silencio, su padre Mesur Hancer sostenía la mano inerte de la chica atrapada en los restos de un bloque en Kahramanmaras.
En total, la Organización Mundial de la Salud calcula que 23 millones de personas quedaron «expuestas» a las consecuencias del terremoto, «incluyendo cinco millones de personas vulnerables».
Ayer, comenzaron a llegar los primeros equipos de rescate extranjeros. Erdogan, quien decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias afectadas, indicó que 45 países ofrecieron ayuda, entre ellos Argentina.
Según informó la Cancillería argentina, la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos (ACIAH) ofreció asistencia humanitaria de la Argentina para la población afectada por el terremoto en Turquía y Siria.
En tanto, la Unión Europea movilizó 1.185 socorristas y 79 perros de rastreo para Turquía y trabaja con sus socios humanitarios en Siria para financiar operaciones de asistencia.
Un equipo británico de 77 especialistas en búsqueda y rescate, 4 perros de búsqueda, equipo de rescate y personal médico de emergencia llegó a Gaziantep, en el sureste de Turquía, para unirse a la respuesta de emergencia, anunció hoy el Gobierno británico.
Estarán utilizando equipos de búsqueda especializados que incluyen, dispositivos de escucha sísmica; equipos de corte y rotura de hormigón; y herramientas de apuntalamiento.
Según el gobierno británico, estos equipos permitirán que el equipo se abra camino en los edificios y localice a los sobrevivientes entre los escombros rápidamente.
En tanto, Estados Unidos prevé la llegada de dos equipos de socorristas este miércoles a Turquía y trabaja también con oenegés locales en Siria para socorrer a las víctimas.
El secretario de Estado, Antony Blinken, insistió que «estos fondos irán a todo el pueblo sirio, no al régimen» de Damasco dirigido por Bashar al Asad, cuyos llamados de ayuda solo recibieron respuesta por ahora de su aliado Rusia, según indicó AFP.
Por su parte, al Asad solicitó formalmente este miércoles «ayuda de emergencia a la Unión Europea» y la activación del Mecanismo de Protección Civil europeo, confirmó el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, en rueda de prensa desde Bruselas, y pidió a los Estados miembros que «atiendan la petición de Damasco».
El responsable de operaciones de la Agencia Estadounidense de Ayuda al Desarrollo (USAID), Stephen Allen, dijo desde Ankara que todo su «apoyo humanitario se dirige ahora mismo al noroeste de Siria».