Luego de que el Ministerio de salud confirmara la existencia de la variante Delta en las aguas residuales de Córdoba, comenzaron a diagramarse nuevas acciones sanitarias para evitar que esta cepa se transforme en la dominante, un espacio que actualmente ocupa la variante Gamma (Manaos).
El desafío consistirá en identificar los barrios de la ciudad en los que puede estar presente Delta, explicaron sanitaristas provinciales. Para ello, el estudio comandado por el Instituto de Virología Vanella, se trasladará hacia los diferentes efluentes barriales que se conectan a la red general. Cuando se encuentre la variante en alguno de estos conectores se llevarán adelante acciones masivas de testeos en esos barrios para intentar cercar lo más posible esta mutación.
La estrategia de cercar virus, o a una determinada variante como en este caso, se realiza en todo el mundo. Gloria Sánchez, investigadora responsable del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos de España, fue entrevistada por el periodista Ariel Bogdanov y explicó que en Europa se analizan colectores, sectorizando ciudades, barrios y también edificios críticos, como residencias de ancianos, por ejemplo.
Para no hacer análisis tan frecuentes a todos los residentes, en vez de hisopar a quienes habitan la residencia se combina el análisis de las aguas residuales y si se encuentra algún positivo, recién ahí se realiza el testeo a todo el personal médico de la institución y a las personas alojadas en ese lugar”, amplió Sánchez.
La especialista remarca que este tipo de análisis permite estudiar una población en concreto y anticipar escenarios. La presencia o ausencia del virus en las aguas cloacales brindan entonces una alerta sobre lo que ocurre, pero la técnica también depende del nivel de testeos.
En zonas donde se hace mucho rastreo, y por tanto se detectan los asintomáticos de manera rápida, las aguas residuales anticipan escenarios de muy corto plazo y los días en que puedes adelantarte a lo que ocurrirá de manera clínica es menor. En países donde se testea menos, ahí sí te permite hacer una lectura previa y adelantarte una ventana de tiempo mayor”, explicó la investigadora.
En Córdoba, el hallazgo de la cepa se dio en una planta que procesa fluidos de 800.000 ciudadanos, en un momento en el que hay alrededor de 90 casos confirmados. Al ser consultada respecto a esta situación, Sánchez aseguró que lo más probable es que exista un número de personas que se está infectando pero que no da sintomatología ni casos muy graves y que, por lo tanto, no se detectan de manera clínica. En este escenario seguramente el avance de la campaña de vacunación sea el principal responsable de esa cantidad de asintomáticos”, agregó.
El Instituto Vanella, clave en la detección
La aparición de la variante Delta se logró gracias al monitoreo del Instituto de Virología José María Vanella, que depende de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba.
La institución se transformó en un aliado clave del Ministerio de Salud y una gran parte del desarrollo científico que se realiza en Córdoba en torno al SARS-CoV-2 la tiene como protagonista.
En el estudio de aguas residuales, la profesional que encabeza estos trabajos es Gisela Masachessi, quien explicó la importancia de este tipo de investigaciones: Una cosa es buscar las nuevas variantes en la clínica y otra es buscarlas en las aguas residuales. Esta técnica nos permite comprender qué virus están circulando en la población”.
Según destacó, el estudio refleja la curva epidémica basada en casos clínicos y es predictiva. Cuando detectamos un positivo en cloacas nos anticipamos una o dos semanas a lo que ocurrirá con el virus, algo que ya pudimos comprobar tanto en la primera como en la segunda ola”, subrayó Masachessi.